Néstor Rivero Pérez

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El 11 de diciembre de 1816, el rey de España Fernando VII, informaba por vía del Ministerio de Ultramar, al prior y a cónsules del Real Consulado de Caracas, de su autorización para que se vendiera por procedimiento de almoneda -subasta- bienes del Libertador, a quien se titulaba “el rebelde Simón Bolívar”.

 

Secuestro del equipaje

Desde su primer exilio en agosto de 1812, cuando tras la caída de la Primera República debió marchar a Curazao, Simón Bolívar padeció medidas de embargo o confiscación de bienes de su pertenencia. Recuérdese que al salir de La Guaira en la nave inglesa Shapire, el futuro Libertador además de libros y ropa, llevaba en su equipaje dinero y alhajas de plata de su propiedad, con la idea de venderlas para sostenerse en su exilio. No logró hacerlo, por cuanto el gobernador de Curazao, John Hodgson, a solicitud desde Caracas del jefe realista Domingo de Monteverde, retiene el equipaje de Francisco de Miranda, que llegó en la misma nave junto con el de Bolívar, por lo que el secuestro de bienes afectó a este último, dejándolo a punto de indigencia, de la que se salvó por ayuda de amigos.

Bienes de Bolívar

Con la muerte por naufragio de su hermano mayor Juan Vicente Bolívar y Palacios, Simón heredó el mayorazgo, sistema imperante en la colonia según el cual el hijo varón mayor, o hijo único, ejercía el dominio del patrimonio familiar. Así, Bolívar poseía una hacienda de cacao en Morón, inmuebles en Caracas y La Guaira, un almacén comercial, y en Aragua, propiedades menores y la hacienda azucarera de San Mateo. También heredó las minas de cobre del señorío de Aroa, “una hacienda de añil en el valle de Suata, dos hatos de ganado, el Totumo y Limón en Guárico, dos haciendas de cacao en Barlovento y una hacienda de caña de azúcar en Pacairigua” [https://es.answers.yahoo.com].

 

Funcionarios venales

Entre las posesiones de Bolívar, las haciendas de Yare y San Mateo, cayeron en el abandono en la ausencia de su dueño. Sin embargo, en la ciudad de Caracas el inmueble con mayor sentido, dentro de los varios que Bolívar poseía, era la Casa del Vínculo, ubicada en la esquina de Las Gradillas -diagonal a la Plaza Mayor-, la cual fue centro del despojo monarquista, habiendo sido ocupado por los funcionarios de Domingo de Monteverde, interesados en su adquisición definitiva. Y ello originó la decisión de Fernando VII.

 

Junta de Secuestro

Tras la capitulación de San Mateo el 25 de julio de 1812, Monteverde instaló un Tribunal de Secuestro con el encargo de identificar las posesiones de los patriotas para ejecutar embargos, secuestros y confiscaciones. Muchos republicanos -como recordará luego Bolívar en sus proclamas, tras la Campaña Admirable- y quienes se encontraban presos o exiliados, habían sido despojados de sus bienes en forma arbitraria.

 

De Jacmel a Santa Marta

La Guerra de Independencia afectó de modo dramático el patrimonio de Bolívar. Como jefe de los insurgentes, además de ser el blanco de atentados, sus bienes fueron  tomados por los regímenes de Monteverde, Boves y Morillo. Así, para el 11 de diciembre de 1816, fecha de la almoneda, el Libertador organizaba en Jacmel la segunda expedición de ese año con rumbo a Margarita, sin conocimiento de las actuaciones de sus enemigos en contra de la heredad familiar. Para 1830, además de un lote de libros, Bolívar declaraba en su testamento: “No poseo otros bienes más que las tierras y minas de Aroa… y unas alhajas… las cuales existen en poder del Sr. Juan de Francisco Martín, vecino de Cartagena”. Un pleito por las minas de Aroa en tribunales de Caracas, no se resolvió sino hasta después de su muerte, impidiéndose al héroe disfrutar del único peculio que debía brindarle una vejez tranquila.

 

 Sinóptico

Día de las Montañas

Las montañas cubren el 22 % de la superficie terrestre del mundo y son el hogar de 915 millones de personas aproximadamente, que representan el 13 por ciento de la población mundial. Sin embargo, uno de cada tres habitantes de las montañas en los países en desarrollo, es vulnerable a la inseguridad alimentaria, y se enfrenta a la pobreza y al aislamiento. La población de montaña es en gran parte agricultores familiares. Durante generaciones, han desarrollado sistemas de producción únicos, resilientes y sostenibles, adaptados a sus ambientes locales. “El creciente interés acerca de la importancia de las montañas llevó a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, a declarar el año 2002 como Año Internacional de las Montañas. En esta ocasión, la Asamblea General declararía el 11 de diciembre “Día Internacional de las Montañas”, a partir de 2003. La FAO es el organismo coordinador para la preparación y festejo de esta conmemoración y está encargada de dirigir su observancia a nivel mundial. El equipo de Montaña y Ordenación de Cuencas Hidrográficas del Departamento Forestal es el responsable de coordinar este proceso internacional” (http://www.fao.org).

 

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