Tal día como hoy nació Lisandro Alvarado, explorador y cultor de las ciencias

Néstor Rivero Pérez

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El 19 de septiembre de 1859, nació en El Tocuyo (Lara), el explorador, médico, botánico, etnólogo, historiador y lingüista Lisandro Alvarado, iniciador de varias ramas científicas y agudo estudioso del proceso cultural venezolano.

Sus amigos

Hombre de amplia inquietud intellectual, Lisandro Alvarado trabó amistad con venezolanos de distinta ubicación filosófica y política, entre quienes destacaron Adolfo Ernst y Rafael Villavicencio, los introductores del positivismo en la cátedra venezolana; Cecilio Acosta, cultor del neoclasicismo y a su vez crítico del régimen guzmancista; Teodoro de Aldrey, director del diario guzmancista La Opinión Nacional; el historiador José Gil Fortoul, quien fuere su coterráneo, y César Zumeta y Laureano Vallenilla Lanz, exponentes conspicuos del positivismo sociológico, el cual apuntaló la tesis política del Gendarme Necesario, justificación doctrinaria del largo mandato de Juan Vicente Gómez. También mantuvo Alvarado amistad con el prócer cubano y hombre de letras, José Martí, durante el destierro que este pasó en Venezuela, de donde debió salir en 1881 por orden de Antonio Guzmán Blanco.

Positivismo

Si bien la incursión de Alvarado en distintos campos de las ciencias naturales, así como en materia humanística, le hicieron sobreponerse al mero positivismo del dato y la experiencia inmediata, en su visión del mundo ocupa un espacio de primer orden el método de estudio que consagra como fundamentos la observación, el experimento y la verificación del “hecho positivo”. El positivismo se introdujo en una Venezuela que se encontraba al margen de las grandes corrientes de debates e innovación cientítica, y donde la metafísica y el romanticismo campeaban como actitud frente a un medio cultural y una naturaleza que aguardaban explicaciones y técnicas para extraer los recursos cuya utilización debía redundar en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población. Así, del positivismo tomó Alvarado la idea cardinal de que todo fenómeno tiene una causa y que debe hallarse la relación interna de los factores que despejan la ocurrencia del hecho dado.

Ciencias médicas

Tal como lo recuerda la ensayista Johanna Rodríguez , “Alvarado estudió el ‘beriberi’ y sus efectos sobre los pacientes; el origen y propagación del ‘vómito prieto’ en Venezuela,… y… afirmó que ‘el interés inmediato de estas discusiones consiste en que el tratamiento de la enfermedad es más bien preventivo y del dominio de la higiene social’ (…) El aislamiento y la antisepsia salvarían tal vez del paludismo más vidas que las recetas de los médicos” (http://caibco.ucv.ve). El científico larense fue asimismo, de los pioneros en el estudio de la “Hematuria Química” y la fiebre que dicho quebranto conlleva, por “petición del entonces presidente de la Sociedad de Médicos y Cirujanos de Caracas, Pablo Acosta Ortiz’…” (Ídem).

Como literato

A sus extraordinarias contribuciones en el campo de la salud, don Lisandro Alvarado sumó una significativa obra escrita en campos como historia y literatura. En una simbiosis entre Medicina y Filosofía positivista, en 1893 publica Neurosis de Hombres Célebres. Allí ofrece sus conclusiones luego de examinar nueve casos de “anormalidades” de orden psicopático en personalidades de destacada actuación dentro de la vida pública, y entre quienes, de acuerdo al autor, resalta el Libertador Simón Bolívar. Asimismo escribió Historia de la Revolución Federal (1909), estupenda aproximación a la Guerra Larga, con base en documentos, testimonios de sobrevivientes y un escrupuloso respeto a los hechos. También redactó su Glosario de voces indígenas (1921). Como traductor vertió al castellano De rerum natura, de Lucrecio, y Viaje a las regiones equinocciales, del barón de Humboldt.

Sinópticos

1792

Miranda en Argonne

Este día el caraqueño Francisco de Miranda, tras haber llegado en marzo anterior a Francia y aceptar el grado de Mariscal,  al frente de una tropa de 2 mil hombres, se encontró con fuerzas enemigas en los desfiladeros de Argonne (frontera norte de Francia), haciendo retroceder por primera vez, al ejército prusiano, y ello provocó un entusiasmo inusitado en las tropas francesas. Miranda es encomiado por sus superiores.

1840

Murió Gaspar de Francia

Gaspar Rodríguez de Francia fue un personaje lleno de contradicciones que gobernó Paraguay desde 1811 hasta su muerte. El Dr. Francia inició una gestión que condujo a Paraguay a un nivel de autosustentabilidad económica, agropecuaria y artisanal, que permitió a su país una completa autarquía frente a los mercados internacionales, en un virtual aislamiento, tanto con sus vecinos como con las metrópolis europeas. De otra parte, meritorias figuras como José Gervasio Artigas y Aimée Bonpland, llegados por distintas circunstancias a Paraguay, una vez dentro de este país, no obtuvieron el permiso de salida por parte del gobernante, quien inspiró a Augusto Roa Bastos su libro Yo, el supremo.