Néstor Rivero Pérez

n[email protected]

El 12 de diciembre de 1821 nació en Ruan (Francia) Gustavo Flaubert, iniciador junto a Honorato de Balzac del realismo literario en Europa. Dicha corriente, sucesora del romanticismo tendrá como continuadores literatos de la talla de Emile Zolá, Benito Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán, entre otros.

 

Realismo literario

La entronización de la burguesía como clase hegemónica en la Europa del siglo XIX, encuentra su expresión en el realismo literario: A diferencia del romanticismo, en el cual el sentimiento desempeña rol fundamental como fuerza impulsora de los seres humanos cuya expresividad se traza en el apasionado romance, o el arrojo carbonario que interpela el destino individual, el realismo literario resalta el sentimiento, sí, empero examinándolo con el sentido clínico de quien diagnostica la salud del paciente, sin pretender aleccionar o instar a la abnegación de un Jean Valjean ante Colette, ni instigar a la barricada en que caerá el joven Enjolras, como se lee en Los Miserables, de Víctor Hugo.

Bovary

Y esta narrativa del realismo queda registrada en Madame Bovary, obra de Gustavo Flaubert, quien se inspiró en la historia de Veronique Delphine Delamare, viuda que vivió en la misma época del escritor -y a quien muy probablemente trató-, y quien se suicidaría en 1848. Cuando apareció esta obra, en 1857, ya Eugenia Grandet, otra novela cimera de la novela realista, de Honorato de Balzac, circulaba en Europa desde dos años antes, mostrando cuadros del nuevo enfoque familiar de la sociedad burguesa, con énfasis en la captura de la fortuna y herencias. Y en Madame Bovary la descripción de Flaubert comportó audacia, en una época en que los derechos civiles de la mujer y su igualdad jurídica frente al hombre estaban en ciernes: su publicación acarreó un juicio contra el autor y su editor.

 

La educación sentimental

Muy propio en novelas del siglo XIX -según se perfila con Julian Sorel en Rojo y Negro, de Sthendal, la trama centra en torno a la relación de la dama de hogar que cede a su tentación y el joven provinciano que llega a la ciudad en busca de fortuna. Y con el Lucien de Rubempré de Esplendores y Miserias -obra de Balzac-,  en el fingimiento de noviazgo de Lucien de Rubempré con una rica heredera. Así, en el marco de la Revolución de 1848, Flaubert traza la sujeción por el joven Frédéric Moreau, en sus propias tribulaciones ante el atractivo imposible de Mme Arnoux. Flaubert “despreciaba la vulgaridad, la mediocridad, el adocenamiento, el materialismo del burgués” (Wikipedia).

Crítica literaria

“En cuanto a la recepción de Madame Bovary, la crítica y el recelo de los contemporáneos de Flaubert, como en el éxito de la obra en el siglo XX (…) Vargas Llosa señala que el ‘paralelo en el que han insistido todos los comentaristas, de Thibaudet a Lukács, es el de Emma Bovary y El Quijote’. En la correspondencia de Flaubert, existen varias alusiones a Cervantes. No es una exageración decir que Emma Bovary es la versión femenina de El Quijote (…) ¿Cómo no señalar el paralelo entre las historias reales de Ludovica y Alice-Delphine (de las que los periódicos de los años 1830 hablaban. Algunos detalles de la vida familiar y amorosa de Flaubert se proyectan en su ficción. A modo de ejemplo, él tuvo dos amantes al igual que Emma Bovary. No fue un puro azar que Charles sea un médico-cirujano…” (http://www.kerwa.ucr.ac.cr)

 

Sinóptico

Muerte de Luis Brion

Este día el Libertador Simón Bolívar, tras enterarse del fallecimiento del prócer y almirante Luis Brion, acaecido en Curazao, escribe sobre la inapreciable contribución republicana del prócer curazoleño, cuyos caudales puso a disposición de la causa emancipadora. Brion, quien vino al mundo en Curazao el 6 de julio de 1786, cursó en su juventud estudios náuticos, involucrándose desde las postrimerías del siglo XVIII en los movimientos emancipadores del Caribe y Suramérica.

Se le vio intervenir en acciones navales como defensor de su isla natal. A poco de producirse en Caracas el movimiento del 19 de abril de 1810 y a propósito de su labor en el comercio marítimo, entró en contacto con los republicanos de Cumaná y Caracas. A la caída de la Primera República en 1812, sus naves transportaron numerosas familias emigradas. Similar comportamiento tuvo a finales de 1814, al salvar la vida a numerosos grupos de patriotas que huían de la cuchilla de José Tomás Boves. Al inicio de la Guerra de Independencia en 1810, Brion era uno de los hombres más adinerados del Caribe, por cuanto la actividad mercantil que se demandaba a sus embarcaciones le producía pingües ingresos patrimoniales. Sin embargo, el alma de Brion estuvo acicateada por nobles ideales, y a riesgo de que su patrimonio y sus naves fuesen embargados, brindó desinteresado apoyo a lo que para 1816 se veía como aventura quijotesca de Bolívar: La Expedición de los Cayos, en contra del poder español ejercido en tierra firme por Pablo Morillo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido !!