¡Tras sorpresa de Heat! Antetokounmpo y Butler: Los rostros de un resultado inesperado

VEA/ Jimmy López Morillo

Como era de esperarse, las expresiones de Giannis Antetokounmpo y Jimmy Butler fueron radicalmente opuestas luego de concretarse lo que tal vez ni en lo más profundo del alma de quienes conforman la plantilla de Miami Heat pudieran haber considerado realmente posible poco más de una semana atrás, la eliminación en apenas 5 juegos de una serie pautada a 7 de los poderosos Milwaukee Bucks, en apariencia destinados a reconquistar el título ganado en 2021 y en manos desde la zafra pasada de Golden State Warriors.

“Oh, dios mío… Me hiciste la misma pregunta el año pasado. ¿Tú consigues un ascenso cada año en tu trabajo? No, ¿verdad? Entonces, ¿cada año que trabajas es un fracaso? ¿Sí o no? No, cada año trabajas para conseguir algo, para conseguir una meta: un ascenso, cuidar de tu familia…», respondió el griego en la rueda de prensa posterior al partido.

Pese a la profundidad de su respuesta frente a la natural pregunta: ¿Crees que la eliminación de los Bucks fue un fracaso?, lo cierto es que la frustración de quien es considerado en la mayoría de los listados como el número uno entre los mejores jugadores del planeta era inocultable, pues no puede sentirse satisfecho quien ya ha saboreado la dulzura de haber conquistado un título de campeón de la NBA, con el añadido de llevarse él el premio de Jugador Más Valioso de las Finales y, con aparentemente todo a su favor en esta oportunidad, tras el “paréntesis” del torneo pasado, ahora debe estar en casa mucho antes de lo previsto.

«No es un fracaso: son pasos hacia el éxito (…). Michael Jordan jugó 15 años y ganó seis campeonatos. ¿Los otros nueve fueron un fracaso? ¿Eso es lo que me estás diciendo? (…). Es una pregunta equivocada. No hay fracaso en el deporte. Hay días buenos y días malos, algunos días triunfas y otros no (…). De eso trata el deporte: no ganas siempre», filosofó, aunque poco después dejó saber lo que realmente todo esto dibuja en su mente y la de sus compañeros:

“Para mí esta ha sido nuestra peor postemporada (…). Al final, creo que ellos estaban jugando para ganarnos y nosotros estábamos jugando para ganar un campeonato, que es algo que no entiendo. Podías ver que ellos estaban jugando con mucha energía, mucha pasión, todos juntos, haciéndolo duro para nosotros… Creo que nos precipitamos un poco, siendo honesto».

El otro rostro

En el caso de Jimmy Butler, cuyos 98 puntos en dos los dos últimos juegos de la serie sólo tienen antecedentes inmediatos en la misma cantidad de Jordan anotada con Chicago Bulls en 1993, su respuesta fue corta, pues bastante había hablado con su actuación en cancha:

«Somos un grupo resiliente. Nos mantenemos unidos frente a todo», expuso, compartiendo el crédito con sus compañeros en esta exitosa aventura cuyo resultado fue el de convertir a Miami Heat en apenas el sexto equipo en la historia que luego de terminar en la octava casilla de su conferencia manda de vacaciones a los primeros de la misma.

La serie tuvo un momento definitivo a escasos 2,1 segundos del final del juego del miércoles, cuando todo parecía indicar que los de Milwaukee la alargarían hasta un sexto encuentro, con la pizarra 118-116. Erik Spoelstra, técnico de los Heat, pidió tiempo fuera, diagramó una jugada que a Butler no le gustó y lo dijo, siendo atendido su planteamiento.

«Hemos practicado variaciones de esa jugada con varios hombres diferentes. Yo iba a hacer una versión diferente. Él simplemente dijo ‘no, déjeme hacerlo’. Yo dije ‘de acuerdo, pero ¿y si no podemos conseguir ese pase?’. Él dijo ‘lo conseguiré, no se preocupe'», comentó luego el técnico ante los periodistas.

Efectivamente, el incombustible Butler lo consiguió, anotó bajo el aro enviando el juego al tiempo extra en el cual su club remató a los hasta entonces favoritos y ya no tuvo nada más que decir, al menos hasta el inicio de la próxima serie frente a los Knicks de Nueva York, contra los cuales se verán las caras en una de las semifinales de la Conferencia Este.