VEA / Yonaski Moreno

A lo lejos comenzaron a escucharse aplausos, gritos y aclamaciones. La intensidad de los vítores iba en aumento conforme el presidente Nicolás Maduro se acercaba en una caravana a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Plaza Caracas, donde fue inscrito como candidato a la elección presidencial a realizarse el próximo 28 de julio.

Papelillos llovieron cuando el Mandatario estuvo frente a la sede del Poder Electoral, y cuando agitó sus manos en señal de saludo el pueblo se hizo sentir con mayor fuerza, sumando a su algarabía una serie de tambores y otros instrumentos musicales que acompañaron el grito de ¡Vamos Nico! «No vuelven» y «el pueblo unido jamás será vencido» fueron las consignas.

Con pancartas, carteles y banderas, continuaron mostrando su emoción hasta que Nicolás Maduro ingresó a las instalaciones. Incluso después las caras se mantuvieron sonrientes, admiradas. Algunos de los presentes dieron algunos saltos de alegría y se entregaron a la música en bailes.

La escena vivida frente a la sede principal del CNE fue una extensión de la gran fiesta que protagonizó el pueblo para acompañar al candidato y que, además de los espacios de Plaza Caracas, se sintió en la plaza Diego Ibarra y sus adyacencias.

La cultura venezolana estuvo bien representada. Hubo tambores por doquier y un nutrido grupo de madamas danzaron por los espacios y compartieron con el público que pidió una foto aquí y allá. Similar experiencia tuvieron las burras y burriquitas, los diablos danzantes y algunos representantes de las artes circenses. El colorido de todos los trajes tradicionales llamó la atención de niñas y niñas presentes quienes también fueron sorprendidos con una figura gigante de Súper Bigote.

El sol inclemente no detuvo la celebración pues los asistentes fueron preparados con sombreros artesanales, gorras, pañuelos, sombrillas, termos, agua y una energía inagotable. Además contaron con el respaldo de Protección Civil y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quienes se desplegaron por todo el centro de Caracas.

¡Ese es mi candidato!

En una pantalla gigante que se encontraba frente a la sede del CNE el pueblo siguió de cerca la inscripción de Nicolás Maduro, como candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), realizada por el primer vicepresidente de la tolda roja, Diosdado Cabello.

El poder popular concentrado en Plaza Caracas celebró con gran energía el momento en que Diosdado Cabello mostró a las cámaras el documento que certifica la inscripción del candidato del PSUV. Una segunda ola de gritos y aplausos llegó cuando Nicolás Maduro recibió en sus manos el citado documento.

Minutos más tarde se detuvieron abruptamente los tambores y la música que sonaba en los alrededores. La razón se vio en las pantallas en transmisión de VTV, Nicolás Maduro dirigió palabras a los casi 5 millones de hombres y mujeres que decidieron postular «el nombre de este hombre de Caracas, de a pie; de este hombre de los barrios, de este hombre humilde como candidato a la presidencia de la República».

Mientras Maduro pronunciaba su discurso los presentes aplaudían. «¡Ese es mi candidato!» exclamó una señora a otra, recibiendo por respuesta un «nuestro candidato, mamita». Otra aseguraba que ese momento la transportaba a años atrás cuando participó en movilizaciones con el Comandante Hugo Chávez. La presencia de Chávez fue más allá de aquella mención. El Comandante estuvo representado en numerosas pancartas, en las que su rostro se veía junto con el Libertador Simón Bolívar.

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