Vigencia de Chávez más allá de su trascendencia física: Análisis discursivo del presidente Nicolás Maduro

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La autora es periodista y analista política. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2022.

Yoselina Guevara L.

@lopez_yoselina

El 8 de marzo de 2013, el actual Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, pronunció una de las alocuciones más importantes, pero quizás a la vez más difíciles, de su carrera política: Las palabras de despedida al Comandante Presidente Hugo Chávez Frías. Erguido, de pie, frente al féretro del líder máximo de la Revolución Bolivariana, fue capaz de asumir con firmeza la tarea de sellar su compromiso, y el de todos los líderes revolucionarios, de cumplir con el legado de Chávez, manteniendo con firmeza el curso del proceso revolucionario.

 

Infamias y cristianismo

“Pero no pudieron ni las mentiras ni el odio, porque aquí está nuestro Comandante, ¿y por qué no pudieron? Ustedes saben por qué no pudieron, queridos jefes de Estado, que han traído su amor más puro por este hombre, más allá de las ideologías y las fronteras políticas, porque nuestro Comandante tenía desde adentro el escudo más poderoso que puede tener un ser humano, que es su pureza, su verdad, su escudo de pureza, de amor de Cristo; de hijo verdadero de Cristo lo salvó de la injuria, de la infamia y aquí está invicto, puro, transparente, único, verdadero, vivo para siempre; para todos los tiempos, para este, y todos los tiempos futuros , Comandante, no pudieron contigo, no podrán con nosotros jamás, ¡jamás podrán!”[1].

El Presidente Chávez fue uno de los líderes políticos más atacados por la mediática internacional; en torno a su figura se levantaron mentiras de todo tipo, con las cuales sus adversarios trataron de destruirlo moralmente, y pese a cualquier intento, permaneció invicto. En su discurso el presidente Maduro subraya la victoria de la verdad sobre la mentira, e introduce una fuerte alegoría entre la simbología de Jesucristo y el Comandante Chávez. Con ello enfatiza la unión del pueblo venezolano desde el punto de vista religioso con creencia en el cristianismo, y a su vez marca, como ya lo había hecho Chávez, una nueva etapa en la izquierda mundial, dejando atrás los mitos del ateísmo con los cuales históricamente la derecha ha atacado a las fuerzas progresistas.

Por otra parte, este es uno de los momentos de su alocución en los cuales Maduro Moros llega a mostrar espontáneamente la conmoción por la pérdida de quién había sido no solo un Presidente, sino un mentor, una guia certera, y un padre.  Esta muestra de fragilidad no lo hace débil, por el contrario, encarna el sentimiento de millones de personas alrededor del orbe, y se convierte en la metáfora de la fuerza de los venezolanos y venezolanas, quienes ante un profundo dolor, son capaces de levantarse y seguir adelante.

 

Bolivarianismo: Conocer la historia

“Nosotros en vida le fuimos leales, todos los grandes hombres de esta tierra venezolana, y eso lo aprendimos porque él nos los enseñó, nosotros no lo sabíamos (…) el legado que deja Hugo Chávez, lo primero que hay que reconocer es que nos hizo redescubrir la historia cierta de nuestra patria, levantó las banderas del Libertador Simón Bolívar, las encarnó y nos enseñó el amor y el perdón. Nos enseñó también a amar nuestra historia, por eso hoy decimos desde nuestro corazón, le pido permiso a sus hijas y a su madre, Comandante; aquí, usted invicto; nosotros en su nombre, con el amor de Cristo perdonamos a los que lo injuriaron; esté usted libre de todas esas culpas que trataron de echar sobre usted”.

Cuando el Comandante Chávez entra en la escena política el 4 de febrero de 1992, asume la responsabilidad, con valor y gallardía, de un movimiento militar en contra de un gobierno corrupto, entreguista, bajo el control del imperialismo norteamericano, en un país donde los políticos se habían acostumbrado a ser desleales con el pueblo. Chávez rompe ese viejo esquema de la política venezolana, imprimiéndole una carga moral, ética, divulgando los valores del Bolivarianismo. Desde el punto de vista nacional, son cientos los discursos e intervenciones de Chávez en los cuales relata, comenta, analiza sobre la historia de Venezuela, de una manera llana, sencilla para la comprensión de todos, haciéndola también un símbolo de identidad y encuentro para hacer el fervor patrio.

El presidente Maduro trae a colación esta labor pedagógica del Comandante Chávez, que retrata un particular nacionalismo, sin exclusión, y en el cual los principios bolivarianos son universales: Equilibrio del universo, antiimperialismo, soberanía. Así mismo, Maduro Moros señala un punto de suma importancia, “el perdón”. Es decir, hace un llamado a dejar atrás la revancha para lograr unir a “Venezuela”, pese a que las fuerzas de oposición trataban de dividir, polarizar. Esta petición no será escuchada por los adversarios de la Revolución Bolivariana; una vez que Nicolás Maduro Moros, mediante elecciones democráticas, asume la Presidencia de Venezuela, la oposición continuará incesantemente con sus intentos desestabilizadores para derrocar por la vía de la violencia al gobierno venezolano.

 

Próceres de la Patria Grande y hombres insignes

“Y en esa historia, todos nuestros líderes, empezando por el más grande de todos, Simón Bolívar, se le prohibió la entrada a las provincias unidas de Venezuela; al gran Mariscal de Ayacucho se le amenazó de fusilamiento si tocaba tierra de las provincias ya separadas de Colombia la Grande”.

            En su alocución, el actual mandatario menciona al Libertador Simón Bolívar, al Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, a Ezequiel Zamora y a Cipriano Castro, partiendo de una reconstrucción sintética pero eficaz, de los últimos días de vida de estos personajes históricos, cuya alusión la realiza en clave comparativa con la intención de recalcar el hecho que los une a todos: La traición que incluso los hizo morir lejos de la Patria.

En este caso, llama la atención que Maduro Moros no realiza las referencias para un alarde de erudición; el lenguaje que usa en el discurso va a ser siempre sencillo y llano. Por el contrario, busca enfatizar y reforzar la importancia de la “lealtad” y utiliza además uno de los mayores símbolos históricos de la libertad y la independencia, “la espada del Libertador Simón Bolívar”. No realiza un juramento de lealtad en solitario, para ello también llama a quienes son los líderes de la Revolución Bolivariana, a asumir un compromiso de lealtad absoluta con el Comandante Chávez, y más aún, con el pueblo venezolano.

“Se cumplió la palabra de Fidel; aquí está usted, Comandante, con sus hombres, sus mujeres, todos sus hombres y mujeres de pie, leales como lo juramos ante usted, leales hasta más allá de la muerte y usted, Presidente en funciones de la República Bolivariana de Venezuela, Comandante en Jefe de la Fuerza Armada en su patria, en su tierra, bajo su mando, de su mando único. Hemos roto el maleficio de la traición a la patria y romperemos el maleficio de la derrota y de la regresión. Hemos roto ese maleficio, aquí está la espada desenvainada, sus ojos viendo a Cristo en los días previos”.

 

Legado del Comandante Chávez: La Constitución y el Plan de la Patria

“Él dejó su testamento firmado y sellado por el pueblo; el primero de ellos aquí está, si alguien quiere saber quién es Hugo Chávez de verdad y quiere rasgar el velo de la mentira de la canalla mediática, de la guerra psicológica mundial contra este hombre, conozca esta letra hecha por él, su Constitución aprobada por el pueblo, discutida por el pueblo, y conozcan su letra y su acción. Todo lo que hoy somos está aquí. Aquí está nuestra guia; si alguien tiene duda de algo, aquí está la palabra suprema de la  patria, la carta de paz, la carta de todos”.

El presidente Nicolás Maduro, hace presente en la conciencia de quienes escuchan sus palabras, la relevancia del legado del Comandante Chávez, una herencia simbólica representada sobre todo en dos documentos históricos: La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el Plan de la Patria. Subraya la importancia de la Carta Magna como garante de los derechos de todos aquellos quienes habitan en el territorio venezolano. Hace énfasis en la participación protagónica del sujeto político “pueblo”, en la elaboración y aprobación de la misma, lo cual le otorga un alto sentido de pertenencia. Así mismo, hace entrever que el respeto a la Constitución garantiza la democracia, ante cualquier intento desestabilizador o de ruptura del hilo constitucional.

“Aquí nos dejó cinco tareas históricas, cinco tareas históricas, de un pensamiento que forma parte de un sistema de valores, de principios, inspirados en Bolívar, nuestro padre fundador, en los Libertadores, inspirado en la sabiduría de nuestros pueblos indígenas, de nuestro gran Guaicaipuro, inspirado en Cristo”.

            El presidente Maduro finaliza su alocución señalando las tareas históricas que habían sido plasmadas por el Comandante Chávez en el Plan de la Patria, resumidas en los cinco objetivos históricos: (1) la defensa y consolidación de la independencia nacional; (2) la construcción del socialismo bolivariano del siglo XXI; (3) la transformación de Venezuela en un país potencia en lo social, económico y  político; (4) la contribución al desarrollo de una nueva geopolítica internacional; y (5) la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana.

            De esta manera Maduro Moros lleva el discurso del plano abstracto al concreto, del plano nacional al internacional, al resaltar la importancia de la lucha de los pueblos que buscan recuperar y mantener su soberanía. Enfatiza    la consolidación de la independencia, no solo de Venezuela sino de los pueblos del mundo. El segundo objetivo se correlaciona con el primero, en el sentido de la importancia que tiene la soberanía en seguir construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI para alcanzar la felicidad social de los ciudadanos y ciudadanas. El tercer objetivo se refiere a la “Venezuela Potencia”, imprimiendo en ello un mensaje cargado de esperanza que sea capaz de bloquear el miedo a la indefensión por el paso a otro plano del Comandante Chávez. Maduro Moros no hace referencia a ello de una manera altiva, sino que involucra a los jefes de Estado y de Gobierno que están presentes en uno de las ideas que desarrolló Chávez y conformará el cuarto objetivo: la construcción de un mundo multipolar. Finaliza con la mención textual del quinto objetivo: Contribuir con  la preservación de la vida en  el planeta  y  la  salvación  de la especie humana, lo cual supone detener la devastadora fuerza de destrucción del modelo  capitalista.

            No cabe duda que este es un documento histórico, probablemente no valorado en su justa medida, que a diez años de su concepción, su mensaje de unidad y cohesión no ha perdido ni un ápice de vigencia. Si bien las dinámicas mundiales han cambiado y siguen en evolución, la hoja de ruta que describe el Presidente Maduro continúa su curso, al igual que sigue intacta su lealtad al Comandante Chávez y a su legado; sigue siendo un conductor de batallas que camina a paso firme y decidido junto a su pueblo, en la esperanza de la construcción de un futuro mejor, a pesar de las dificultades.

[1] Todas la citas. Discurso del vicepresidente Ejecutivo, Nicolás Maduro Moros. Palabras de despedida al Comandante Presidente Hugo Chávez Frías. 8 de marzo de 2013.

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