26º Foro Económico Internacional de San Petersburgo delinea el mundo multipolar

Yoselina Guevara López

@lopez_yoselina

El 26º Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) se llevó a cabo entre el 14 y el 17 de junio, con la participación de más de cien países de todo el mundo, desplazando el eje económico del planeta hacia el Este. El tema principal del encuentro de este año fue “el desarrollo soberano, fundamento de un mundo justo. Unamos nuestras fuerzas por el bien de las generaciones futuras”. Además de ser un acontecimiento importante desde el punto de vista económico, lo es también desde el ámbito  geopolítico. Es la prueba fehaciente de que han fracasado rotundamente los intentos occidentales de aislar a Moscú y golpear su economía, imponiendo restricciones comerciales.

Emiratos Árabes, invitados de honor

Los Emiratos Árabes Unidos fueron los invitados de honor en el SPIEF. En representación de los siete jeques, en San Petersburgo estuvo Abdullah Al-Marri, ministro de Economía emiratí. El comercio entre los Emiratos y la Federación Rusa ha crecido significativamente, con una cifra nada despreciable del 68 % interanual, lo cual representa unos 9.000 millones de dólares en total. Los datos económicos señalan que Moscú exportó al golfo, mercancías por valor de 8.500 millones de dólares, mientras que el flujo inverso ascendió a solo 500 millones de dólares.

Los productos de mayor exportación rusa fueron el petróleo y el oro, si bien los Emiratos son uno de los mayores productores mundiales de crudo. En los diez primeros meses del año 2022, compraron a Rusia 3,2 millones de barriles de oro negro que luego reexportó.  Un intercambio comercial limpio que entra en el juego de las transacciones comerciales lícitas, a través de las cuales Moscú puede eludir las sanciones que Occidente ha impuesto en su contra.

BRICS+: Un punto de encuentro económico

Para los países que conforman el grupo de los BRICS+, el 26º Foro Económico Internacional representó un espacio de encuentro. Muchas de las mesas de negocios, encuentros bilaterales, conferencias y talleres, estuvieron   dedicadas a las necesidades prácticas de los BRICS. Es decir, el SPIEF fue un punto de partida para la determinación de normas comerciales, posibilidades de creación de agencias conjuntas de calificación y la colaboración industrial, entre otros aspectos. Pero además se abordaron temas importantes que transversalizan las relaciones económicas y financieras, como la soberanía digital y el libre comercio de mercancías entre los países miembros del BRICS+.  Resulta interesante que también se planteó en las mesas de trabajo, lo correspondiente al fortalecimiento de las redes digitales comerciales transnacionales y de la mejora de la eficacia de los pasos fronterizos para el tránsito de mercancías entre los miembros de los BRICS+.

No obstante cabe resaltar que no solo dentro del SPIEF se le otorgó relevancia a los países BRICS+; también tuvieron una participación importante las delegaciones gubernamentales de más de 20 países del Caribe y América Central y del Sur, entre ellos Argentina, Brasil, Venezuela, Cuba y México.

Discurso del presidente Putin marca la pauta

El presidente Vladimir Putin, en su discurso inaugural del 26º Foro Económico Internacional, subrayó la irremediable fractura entre Occidente, Estados Unidos, OTAN y aliados, y la Federación Rusa. Así mismo, en su alocución situó a Moscú en una posición geográfica simbólicamente central, como ejemplo para los representantes de los Estados presentes. Una aseveración que no es para nada descabellada, si tomamos en cuenta por ejemplo, las teorías geopolíticas de Mackinder. A la vez, el jefe del Kremlin delineó objetivamente lo que denominó como el “mercado del futuro”, un mapa que marca las relaciones transnacionales con los países de la Comunidad Económica Euroasiática, Asia, Oriente Medio, África y América Latina.

Evidentemente esta nueva delimitación político-económica nos indica el nacimiento del mundo multipolar y el primer mandatario ruso lo señala: “El feo sistema internacional, esencialmente neocolonial, ha dejado de existir; mientras que el orden mundial multipolar, por el contrario, se fortalece”. A la vez el primer mandatario ruso cuestiona explícitamente uno de los pilares del sistema unipolar, la centralidad del dólar: “El 90 % de los acuerdos con los países de la Unión Económica Euroasiática son en rublos, y más del 80 % de los acuerdos con China son en rublos y yuanes».

En varios pasajes del discurso, el presidente Putin recalcó la colaboración activa con los países presentes en el Foro, proponiendo de manera tácita a Rusia, como un actor pivote de un sistema mundial que ya no se basa en la centralidad de Estados Unidos y el papel crucial del dólar, sino plenamente diferente, en el que el conflicto Rusia-Ucrania  se ha  convertido en el punto de impulso para revisar todo el orden político y económico internacional, permitiendo el nacimiento del mundo multipolar.