Capturan a siete personas dedicados a robar equipos de computación en la ULA
Para cometer el delito utilizaban como centro de operación una vivienda que cercana a la Universidad de los Andes. FOTO: Prensa CICPC.
Vea/ Carlos Batatin
Dos mujeres, dos hombres y tres menores de edad, todos integrantes de la banda delictiva “Los Yusmeiri”, fueron capturados por el Cuerpo de investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, por el hurto continuado de equipos de computación en distintos núcleos de la Universidad de Los Andes, en el estado Mérida.
De acuerdo a los datos aportados en la red social del director general del CICPC, Douglas Rico, los involucrados quedaron identificados como Yusmeiry Betzire Herrera, de 37 años, lideresa negativa del grupo; también a Ibis Yuleibis Dugarte, de 36; Cristhian A. Peña, de 18; Yanior José Márquez, de 30; y los tres jóvenes de entre 15 y 16 años de edad.
Al ofrecer algunos detalles sobre el procedimiento, el responsable de la Delegación Estadal del CICPC, comisario general José Carrero, añadió que luego de las labores de investigación y análisis georeferencial de bandas delictivas que operan en la zona, se logró detener a parte de las personas que integran ese grupo hamponil y la recuperación de varios equipos.
Durante el arresto realizado en el Pasaje San Benito de Santa Ana Norte, en el municipio Libertador en horas de la tarde del pasado lunes 28 de junio, los funcionarios incautaron monitores, reguladores, teclados, planchas de laboratorio, mouses, dos regletas de conexión, 22 cables de computadoras, los cuales habían sustraído de la casa de estudio. De igual modo, se procedió al decomiso de una camioneta Chevrolet, placa AH8H97M, y dos motos Empire, modelos RKV, placa AH8H97M, y Horse II, placas AA3Z55T, utilizadas como medio de transporte para cometer sus fechorías.
Por su parte, el protector de esa entidad andina, Jehyson Guzmán, a través de Radio Nacional de Venezuela, declaró todas esas personas se autocalificaban como comerciantes, “porque se dedicaban a vender todo los que se robaban de la universidad”.
Especificó que su centro de operaciones lo realizaban desde una vivienda relativamente cerca a las instalaciones universitarias, lo que les permitía ejecutar recorridos muy cortos luego de sustraer los equipos e insumos de la ULA.