Carlos Arvelo, el cirujano de la Independencia

Néstor Rivero Pérez

El 1° de junio de 1774 nació en la localidad de Güigüe, (Carabobo), Carlos Arvelo Guevara, quien en el curso de la Guerra de Independencia se desempeñó como médico cirujano del Ejército Libertador y jefe de los hospitales de guerra. Una vez culminada las hostilidades Arvelo se desempeñará como catedrático de la Facultad de Medicina.

Ciencia y curanderos

En la Colonia la medicina atendía los prejuicios de casta y dogmas del período, viéndose reducida a oficio subalterno y artesanal. El barbero, el curandero y el galeno de esquina que supone las fiebres debidas a calores sobrenaturales, y que tendía a resolverlo todo con la técnica de la “sangría”, será sustituido por el racionalismo médico de la Ilustración, con su naturalismo terapéutico. Sin embargo, cuando Baltasar de los Reyes Marrero intenta renovar los estudios de medicina, en Caracas, terminará enjuiciado por sus colegas. Para 1808, cuando Carlos Arvelo ingresa a la facultad de Medicina de la UCV ya han sido vencidos algunos de los obstáculos científicos, aunque no los prejuicios sociales e institucionales, que solo se superarán con el decreto reformador de la UCV de 1827 dado por el Libertador.

En Aragua

Obtenido su título de bachiller en Filosofía, en 1808, Arvelo se inscribe en Medicina, y sin terminar sus estudios es comisionado para atender una epidemia de fiebres que afectaba los valles de Aragua. Dotado de una aguda capacidad para la observación de fenómenos, logra detectar la causa de la epidemia en la cepa de pacas de algodón instruyendo su incineración. El acierto de su veredicto le granjea reconocimiento en la región y Caracas. En 1814 el galeno intervendrá en las batallas de San Mateo y La Victoria.

Batallas

El 13 de noviembre de 1813 está presente en la batalla de Vigirima. El 12 de febrero de 1814 se deja ver en los hospitales, los consejos y el propio campo de batalla, recibiendo ese día el impacto de una bala de fusil en el pecho, sobreviviendo y haciéndose acreedor a la Medalla de Honor que el Libertador consagró para los Vencedores de los tiranos en La Victoria. Estará presente en San Mateo el 25 de marzo, y acompañará a José Félix Ribas en Ocumare del Tuy ese mismo año de 1814. Le distinguieron en medio de los azares del magno conflicto “La prudencia unida al valor, y el arrojo a la serenidad (…) y siempre lleno de energía sufría risueño las vicisitudes de aquella guerra” (Ramón Azpúrua, Biografías de Hombres Notables, Tomo II).

Obra

Además de incursionar en la docencia médica y elaboración de textos, fue diputado en 1831, cofundador de la Sociedad Económica de Amigos del País, director del Colegio Nacional de Niñas, director de la Junta de Caminos, presidente del Congreso Nacional y miembro de la Junta Superior de Abolición de la Esclavitud en tiempos de JG Monagas, entre otras funciones. Entre sus escritos destacan Memoria sobre la fiebre intermitente…en los valles de Aragua, Topografía médica, Programa de trabajo agrario. Fue redactor del órgano impreso de la Sociedad de Amigos del País. Junto con José María Vargas, y otros, elaboró el primer proyecto de reforma universitaria de la era republicana de Venezuela.

Reconocimientos

Un municipio de Carabobo lleva su nombre, así como el Hospital Militar de Caracas. Manuel Porras le honró con Breve reseña biográfica del Dr. Carlos Arvelo. Pedro Manrique Lander es autor de Carlos Arvelo y Guevara…documentos inéditos; y Alberto Silva Álvarez, de Itinerario de un galeno prócer.

Entre los hijos de Carlos Arvelo destacaron, en la vida pública, Carlos Arvelo, quien llegó a ser rector de la UCV, y el periodista Rafael Arvelo, quien ejerció cargos de ministro en la segunda parte del siglo XIX. El prócer médico murió en Maiquetía en 1862.

Sinóptico

1959

Ramiro Nava y “la Venecia del Trópico”

Este día falleció, en Caracas, Ramiro Nava Bracho, abogado, escritor y visionario zuliano, cuyos proyectos sobre urbanismo, obras de infraestructura y el establecimiento del patrón oro, entre otras materias, han hecho de su nombre sinónimo del proyectista al punto que muchos contemporáneos le llamaron “el Julio Verne venezolano”. De sus iniciativas reformadoras resalta el proyecto de conectar a Caracas con el mar Caribe mediante un canal subterráneo para convertir la ciudad en la “Venecia del Trópico”. El “Plan Ramironava”, como se dio a conocer la propuesta del creativo autodidacta concebía un perímetro como “Bahía de Caracas”, con un canal de diez kilómetros de largo y doce metros de profundidad…que comunicara la Plaza Bolívar con el océano en un santiamén” (https://actualidad.rt.com). Dicho trayecto estaría provisto de atractivos turísticos tales como “casinos, cabarets, dancings, Coney Islands y ferriboats”. Así todo el centro de Caracas se vería cruzado por canales donde los paseantes podrían trasladarse en barcazas al modo de las góndolas que recorren los canales de Venecia; y la principal arteria de dicho flujo acuático sería el río Guaire.