Daniel Ortega: Aceptar diálogos con el imperio es como comprar confites en el infierno

VEA / Prensa Presidencial

“Aceptar diálogos con el imperio es como comprar confites en el infierno”, alertó el presidente de la República de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, este 5 de marzo desde la ciudad de Caracas, Venezuela.

“Hemos aprendido a lo largo de la historia que los diálogos con el imperio son una sentencia de muerte”, dictaminó el Mandatario al repudiar el doble rasero de la política exterior estadounidense con respecto a las naciones que han decidido ser libres y soberanas.

“En estos momentos proponen diálogo los mayores asesinos de la historia, pero van con el puñal para tratar de destruir y asesinar porque para ellos la hegemonía del imperio yanqui, la esencia de esa hegemonía, que es el capitalismo y la opresión de los pueblos, es algo innegociable”.

Durante su participación en el Encuentro Mundial: Vigencia del pensamiento bolivariano del Comandante Hugo Chávez en el Siglo XXI, que se desarrolló en el Teatro Teresa Carreño de la capital venezolana, señaló que las agresiones imperiales son las que obligaron a los pueblos, a largo de la historia, a tomar la vía de las armas, no obstante “la Revolución Bolivariana logró ir contra lo que es la ley de la gravedad (…) la vía electoral”.

Para el Presidente de Nicaragua, Chávez es la síntesis de las luchas que ha librado el pueblo venezolano desde que vinieron los primeros invasores a tierras suramericanas, hasta que finalmente se alcanzó la victoria electoral.

“Ustedes tuvieron la sabiduría de saber que contaban con el pueblo y unas fuerzas armadas donde había quedado la semilla de una Revolución, que jamás iban a derrocar a un gobierno legítimo como el que surgió con la victoria de Chávez”, destacó Ortega.

Venezuela comprendió, con el resurgimiento del liderazgo de Hugo Chávez, que “los militares tienen que ser revolucionarios para ser instrumento de paz para los pueblos”.

Daniel Ortega manifestó con profundo afecto que Nicaragua siempre contó con la solidaridad de Fidel Castro y de Hugo Chávez, “la solidaridad de los hombres que nunca mueren”. “Los nicaragüenses tienen siempre a Chávez en su corazón. Sentimos a Chávez como a Fidel nuestros, son parte de nuestra historia, de nuestras vidas, de nuestras familias”.