Eugenia Russián

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El pueblo venezolano conmemora este domingo 17 de diciembre, 193 años de la muerte de nuestro Padre Libertador, Simón Bolívar, ocasión que nos permite reflexionar desde las comunidades de la Patria Grande, que aún requieren seguir reafirmando la dirección ética, en medio de grandes dificultades, continuando el camino de resistencia y construcción de la paz.

En su camino democrático, nuestro pueblo intenta seguir construyendo espacios de soberanía y libertad, para consolidar su democracia, que ha sufrido muchas agresiones, como ataques a la moneda, bloqueos económicos, mentiras mediáticas que operan con plena libertad y generan una visión tergiversada de la realidad y desesperanza. Medidas coercitivas unilaterales que limitan el desarrollo del país. Un pueblo que, en medio de sus problemas cotidianos, da una lección de ética, rechazando la violencia, la intolerancia y abre espacios para seguir su camino constitucional y de defensa de la Patria.

Las distintas potencias imperiales lideradas por EEUU, se coaligan para intentar arruinar al país y desmoralizar a la población. Pretenden así doblegar nuestro espíritu y a la vez impedir la propagación de las ideas bolivarianas en Latinoamérica y el Caribe. Olvidan que cuando en 1816 Bolívar visitó Haití y solicitó ayuda para impulsar la independencia de toda Suramérica, su presidente, Alejandro Petión, le regaló su espada libertadora, símbolo de la lucha contra las potencias opresoras. Y actualmente, esta espada ha sido desenvainada de nuevo para cortar las amarras que pretenden someternos.

Es tiempo de valorar el testimonio de quienes iniciaron el camino, para así sentir la llegada del Espíritu Liberador en este adviento de preparación, para poder llegar al corazón del prójimo con sentido del fraterno abrazo de la Navidad.

 

 

 

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