Néstor Rivero Pérez

[email protected]

El 7 de noviembre de 1874 fue inaugurada en la Plaza Bolívar de Caracas la estatua ecuestre del Libertador, réplica de la que el escultor Adamo Tadolini hizo fundir para ser colocada en 1859 en la Plaza Bolívar de Lima. El acto, encabezado por el presidente Antonio Guzmán Blanco dio cumplimiento a un decreto de la Municipalidad de Caracas del 13 de marzo de 1825 -en vida del Padre de la Patria-, de que se erigiese una estatua ecuestre en su ciudad natal, que perpetuase su memoria.

¿Culto pagano?

Desde la antigüedad se hizo representación tallada de personajes notables. El relieve en oro del rostro de Tutankamón -faraón del Antiguo Egipto- fue moldeado hace más de 3 mil años. Sin embargo, las estatuas ecuestres surgieron con el Renacimiento, aunque en friso, pintura y terracota, se hicieron figuras que se conservan hasta hoy. El Imperio Romano dio a la iconolatría carácter de culto oficial. De otra parte debe indicarse elementos de iconolatría en la ritualidad dentro de la tradición eclesiástica de Occidente y templos ortodoxos del Oriente.

En los países suramericanos, luego de conquistar su independencia de España, se inició la elevación de los grandes héroes nacionales como símbolos de la identidad de estas naciones y como vía para expresar la gratitud de los pueblos al sacrificio que conllevó la gesta frente a las metrópolis coloniales. Y en torno al Libertador Simón Bolívar, a quien se comenzó a llamar “Padre de la Patria” desde los días de la Batalla de Carabobo, se afirmó este culto de conciencia nacional.

 

La primera piedra

Tras las primeras victorias estratégicas de los patriotas durante la Guerra de Independencia, especialmente con la Batalla de Boyacá de 1819, las autoridades de Angostura -donde funcionaba la capital de la República-, y las de Bogotá, donde se mantuvo el vicepresidente de la Gran Colombia Francisco de Paula Santander, determinaron homenajes al Libertador acordes a los recursos pecuniarios de la nación. Así se dispuso que el retrato del Libertador se colocase en sitio destacado de la sala de sesiones del Congreso y de las Cámaras Municipales de la República. También que se elaborasen medallones con la efigie del glorioso hijo de Caracas. En todo caso, el primer acuerdo para levantar un monumento con la figura de Simón Bolívar, lo aprobó el Congreso de Perú el 12 de febrero de 1825, a dos meses del triunfo de las armas patriotas en Ayacucho. Si bien la primera piedra se colocó en la Plaza de la Constitución de Lima, el 8 de diciembre de aquel año, la estatua sería finalmente colocada en 1859. Dicho perímetro rectangular limeño, con la estatua, recibió definitivamente el nombre de Plaza Bolívar a mediados del siglo XX.

 

La Municipalidad de Caracas

Cuando a Caracas llega en marzo de 1825 la noticia sobre la victoria final de los patriotas en la planicie de Ayacucho el 7 de diciembre de 1824 -hecho de armas que desalojó de la tierra firme americana al último ejército peninsular-, la ciudad alborozada salió a las calles para festejar ruidosamente la novedad. Pocos días después, la Municipalidad de la capital, con plena adhesión de la Diputación Provincial, decretó la erección de una estatua ecuestre en la Plaza de San Jacinto, destinada a honrar la memoria y hazañas del hijo inmortal. Sin embargo, dicho decreto, que contó con respaldo de todos los sectores de la opinión en aquella oportunidad, no recibió ejecución inmediata, debido a la estrechez del erario. Y en los años subsiguientes el surgimiento de corrientes antibolivarianas y la disgregación de la Gran Colombia, postergarán por décadas toda medida de exaltación al Padre de la Patria.

 

El bronce ecuestre

El molde de la réplica fue fabricado “por la Fundición Von Müller, con sede en Munich, Alemania (…) La estatua (…) Mide 4 metros de altura, y representa a… Bolívar sobre un caballo erguido sobre sus patas traseras. El conjunto se halla sostenido sobre un pedestal de dos gradas, hecho de piedra sienita de color negro, con puntos granitoides” (http://www.radiomundial.com.)

 

 

Sinóptico

1829

Sociedad Económica de Amigos del País

Este día se reunió por primera vez en Caracas la Sociedad Económica de Amigos del País, institución creada mediante decreto del general José Antonio Páez, dado el mes anterior, y quien a su vez daba cumplimiento a un mandato expedido a principios del mismo año por el Libertador Simón Bolívar, cuando en su carácter de Presidente de la Gran Colombia, había instado a que se creasen sociedades departamentales para el estímulo del progreso y fomento de la riqueza y aprovechamiento de los recursos naturales de cada región. La Sociedad Económica de Amigos del País congregó las mentes más cultivadas de la Venezuela de la época, entre quienes descollaron Juan Manuel Cagigal, José Hernández Sanabria y José María Vargas, cada cual con su propia inclinación en materia de simpatía política entre liberales y conservadores; empero respetuosos de las condiciones para el desenvolvimiento de la institución.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido !!