Galletas criollas de coco
El autor es historiador, periodista y abogado.
Néstor Rivero Pérez
El establecimiento de hábitos de consumo alimentario conducente a índices de salud colectiva más elevados y que a su vez animen al aparato productivo endógeno, pasa por la formulación de líneas de IyD para la elaboración de productos asentados en las potencialidades del territorio y su mejor tradición gastronómica del país.
¿Hay espacio en el mercado venezolano y latinoamericano-caribeño, para líneas de industrialización que prohijen la confección de alimentos, galletas y sanas golosinas que compitan de forma exitosa en el país, con patentes y marcas foráneas consagradas?
Para ello debería pensarse en constituir -con expertos en tecnología de alimento y laboratorios de entes como Cendit, Ciara, o Ciepe y otros centros de estudio y empresas privadas interesadas en asociarse a estos emprendimientos-, un panel de investigadores e innovadores, el cual, a partir de experiencias como la que se expresa en la línea artesanal y de PyMI involucrada en la producción de las “Panelas” de San Joaquín (Carabobo), defina líneas de enriquecimiento y variaciones del casabe y la “naiboa”, que les hagan más apetecibles al paladar de la población. Y del mismo modo, nuevas presentaciones de galletas de coco y achocolatadas, con vainilla y otras especias.
Ello, como se supone, requiere del examen de las moléculas del alimentos como el mango, casabe, “fororo” (maíz tostado), arroz, panelas de San Joaquín, abriendo la opción de nuevas proporciones en la prudente mezcla de las porciones de miel, la melaza de la caña, vainilla, lácteos clavo y canela, con maíz pulverizado, o trigo -cuasi único insumo de importación para esta línea de emprendimientos agroindustriales y artesanales endógenos.
Así, del mismo modo que en 1941 los hermanos Beer junto a John Miller inauguraron en Venezuela su fábrica de chocolate con cuatro sabores, hoy un nuevo ímpetu de innovación está llamado a contribuir en la reconstitución de un aparato productivo endógeno y diversificado, en un sector en el cual la demanda de lo que se lleve al mercado, estaría asegurada.
