Néstor Rivero Pérez

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El 11 de abril de 2002, una combinación de factores del poder tradicional en Venezuela hizo desalojar de Miraflores al Presidente Constitucional Hugo Rafael Chávez Frías. En dicha asonada, que se sostuvo solo por 48 horas, intervinieron sectores de la alta oficialidad militar de la época y representantes de las altas finanzas y grupos importadores, así como el alto clero y medios de comunicación.

 

Poderes oligárquicos

Tras haber alcanzado notoriedad nacional el 4 de febrero de 1992 al frente de la insurrección de varias guarniciones del país en contra del modelo puntofijista que tenía a la cabeza del Estado al entonces presidente Carlos Andrés Pérez, Chávez asumió la primera magistratura en 1999 con un proyecto de país que privilegiaba a los sectores históricamente preteridos de la sociedad, y vinculándose con líderes y movimientos en el plano internacional, que chocaban con la tradicional línea de alianzas externas de Venezuela.

Al zafarse del anillo de los lineamientos del Departamento de Estado en el orden hemisférico, Chávez provocó la hostilidad de los diversos factores tanto externos como locales que se beneficiaban de dicho alineamiento, en tiempos en que en Estados Unidos gobernaba George W. Bush hijo, cuya Administración autorizó el envío de una nave militar de su país, que en las horas en que se suscitaba el Golpe del 11 de abril de 2002, penetró aguas territoriales de Venezuela.

49 Leyes y Pdvsa

Si bien como desencadenante estructural del 11-A, se encuentra la visión que Hugo Chávez aplicaba y proyectaba para el rescate de la soberanía económica y política de la nación, hubo dos circunstancias que precipitaron el antagonismo entre los sectores tradicionales y la nueva hegemonía.

Una, las 49 leyes que con facultades habilitantes dictó el Presidente Chávez ese año 2002, y donde resaltaba la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, uno de cuyos ejemplares fue incinerado en acto televisado por los dirigentes de Fedenaga, instrumento que buscaba regularizar la posesión de tierras improductivas y normaba el latifundio.

De otra parte, en medio del conflicto político y de intereses económicos de 2002, estaba el control de Pdvsa, industria fundamental de la nación. Entonces la empresa matriz de la nación, la manejaba el grupo de expertos neoliberales, con excelente formación en materia de hidrocarburos y quienes se denominaban “Gente del Petróleo”, empero con una visión de la sociedad, del país y mercado hidrocarburífero, inserta dentro de los códigos del neoliberalismo.

Para ellos el Estado debía mantenerse alejado de la gestión petrolera del país, concebida como ámbito exclusivo “de la industria”. De allí que el Presidente Chávez, con sentido de la oportunidad y en acto de valentía gubernamental, resuelve remover la directiva de Pdvsa, designando como nuevo presidente al Dr. Gastón Parra Luzardo, docente de la Universidad del Zulia, con obra escrita sobre temas petroleros y hombre de vocación nacionalista, rechazado por la cúpula tradicionalista del petróleo.

Así el conflicto por Pdvsa precipitó los hechos del 11 de abril.

“¡Por Dios, reflexionen!”

 “Hago un llamado de verdad a… los venezolanos… respetándonos las diferencias, hago un llamado a la cordura, hago un llamado… hago un llamado a los empresarios… a los partidos políticos… a los dueños de los medios de comunicación. ¡Por Dios, reflexionen! Pero de una vez. Este país también es de ustedes. Yo… me traigo lecciones, que no voy a olvidar, de tanto pensar, de tanta angustia, de tanto dolor, de tanta incertidumbre… todos tenemos que rectificar muchas cosas para que volvamos a la calma… al empuje y a la construcción de la Venezuela Bolivariana”. (HUGO CHÁVEZ FRÍAS, Alocución al país; Madrugada del 14 de abril 2002 / Fuente: http://www.vtv.gob.ve).

 

Sinóptico

479 aC

Confucio, el reformador

Este día, en el marco del mandato de Jiang Duque Ai, falleció en Lu, su provincia natal, el moralista y reformador chino K’ung Chung-ni, a quien la posteridad ha conocido bajo el nombre de Confucio (el Maestro) y cuyas ideas, si bien durante su vida tuvieron escaso impacto entre quienes habitaban el Imperio del Medio, fueron penetrando hasta imponerse como la principal corriente doctrinaria de la nación, cuyo territorio es el más densamente poblado del mundo y hoy día, con el nombre de República Popular China y bajo el liderazgo del Partido Comunista, en disputa con EE. UU., del rol de primera superpotencia tecnológica, económica e industrial.

La existencia de este notable guía espiritual y cívico del Extremo Oriente, transcurrió dentro de un extenso capítulo del pasado de China, en el cual dicha nación padeció la extrema fragmentación conocida como período de los Reinos Combatientes (770-476 aC), durante el cual predominaron los mandarines de la dinastía Zhou. Ideas suyas han sido parafraseadas en distintas épocas.

Su expresión “El hombre que mueve montañas empieza apartando piedrecitas”, recuerda el inspirador texto de Mao Zedong El viejo tonto que removió las montañas”.

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