Néstor Rivero Pérez

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El 27 de enero de 1820 nació en el hato “Tate”, adyacencias de Jadacaquiva (Península de Paraguaná), Juan Crisóstomo Falcón Zavarce, quien, tras la muerte de Ezequiel Zamora en 1860, se erigirá en líder indisputado del movimiento social que eclosionó durante la Guerra Federal. Falcón dará un giro de conciliación al movimiento federal cuando en 1863 dé su aval al Convenio de Coche, para poner fin a la larga contienda, desistiendo de las reivindicaciones sobre reparto de tierras, programas de alfabetización y otras consignas a favor del peonaje, artesanos y masas desheredadas de mediados del siglo XIX venezolano.

Contrafigura

Habiendo contraído Ezequiel Zamora en los años ’50 del siglo XIX, nupcias con la viuda Estéfana Falcón -hermana de Juan Crisóstomo-, los dos caudillos quedarían emparentados hasta la muerte del primero, en San Carlos, el 10 de enero de 1860. La asidua relación familiar y coincidencias en el ideario anticonservador, llevó a ambos, encontrándose en el exilio, a coordinar las acciones de 1859 para una expedición armada sobre costas venezolanas, con miras a derrocar al régimen “godo” de Caracas. Sin embargo, el liderazgo de uno y otro respondía a trayectorias y visiones distintas. Y ello explica la diferencia de significado social que en uno y otro se expresaría respecto al carácter de la guerra que contra Julián Castro y el gobierno de Caracas se inició el 20 de febrero de 1859, así como respecto a las banderas que habría de enarbolar la Federación. Mientras Falcón había alcanzado su renombre como Jefe de Armas de la provincia de Coro y leal jefe militar del depuesto José Tadeo Monagas, Zamora empinaría su figura arriesgando vida y patrimonio al acaudillar en 1846 la insurrección campesina que ese año conmovió al centro de Venezuela.

 

Cambios en la guerra

Al asumir Falcón -tras la desaparición física de Zamora-, la jefatura indisputada del Ejército Federal, se impondría un cambio drástico en la perspectiva bélica: aunque militar valiente y corajudo, Falcón tenía limitaciones para concebir y aplicar un plan de operaciones que diese el triunfo a las fuerzas federales movilizadas en Oriente por Juan Sotillo, y por Joaquín Crespo y Zoilo Medrano en Guárico, León Colina en Occidente, Francisco Linares Alcántara en Aragua, y Matías Salazar en Carabobo, entre otros, llevando a la batalla de Coplé (Apure), dada el 16 de febrero de 1860, que terminó en desastre para los federales. Durante los cuatro años siguientes, la Guerra Federal se convertirá en un ciclo de escaramuzas propias de la guerra de guerrillas que concluirá con el Tratado de Coche de 1863.

 

Coche

Acá cabe la interrogante acerca de, si Ezequiel Zamora hubiese sobrevivido a la Guerra Federal, hubiese aceptado los términos en que se hizo el Tratado de Coche. Mediante dicha negociación la oligarquía caraqueña, apoyada en la dictadura del senil José Antonio Páez,  entabla las negociaciones para el cese de hostilidades, acordando que se convoque una asamblea de carácter constituyente, la renuncia de José Antonio Páez y la asunción a la Presidencia por Juan Crisóstomo Falcón. Aprovechó igualmente el delegado de Falcón en las conversaciones, Antonio Guzmán Blanco, para recabar de Pedro José de Rojas, representante de Páez, información acerca del empréstito inglés que por entonces tramitaba el gobierno venezolano. De dicho empréstito, finiquitado en 1864 tras la llegada de los federales a Caracas, Guzmán Blanco tomaría para sí una elevadísima comisión del monto total en libras esterlinas, como negociador por la parte contratante, según lo rezaban las cláusulas del empréstito.

 

Sinóptico

1950

Henry Pittier y la botánica moderna

Este día murió en Caracas Henry Pittier, el más grande botánico en la Venezuela del siglo XX.

Pittier se estableció en Venezuela de modo definitivo en 1919. Sus contribuciones en el conocimiento y utilidad de las especies del reservorio vegetal venezolano, le colocan como eximio benefactor del país a la altura de José Fco. Torrealba, el gran innovador en la investigación del chipo, y de Luis Daniel Beaphertuy.

Entre sus publicaciones más conocidas se encuentran Manual de las plantas usuales de Venezuela, Estudio de los productos forestales en Venezuela y Manual de agricultura tropical.

Más de 500 especies vegetales honran con su epónimo. Pueblos muy adelantados en la remota antigüedad, como los chinos y sumerios, contaron con expertos abocados a sistematizar “las ideas, investigaciones y obras relacionadas con la descripción, clasificación, funcionamiento, distribución y relaciones de los organismos pertenecientes al reino de las plantas”.

La aplicación de estos conocimientos a la vida, como apunta Fermín Véliz Boza, “condujo al cultivo de especies seleccionadas en los medios y condiciones más adecuadas”.

De la primera botánica surge la agricultura como arte, técnicas de mejoramiento de semillas y fruto; y ello se conoce como Botánica Aplicada. Entre los discípulos de Pittier destacan Francisco Tamayo y Tobías Lasser.

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