La OEA y la ONU deben ser disueltas

Alcides Castillo

Muchas personas se preguntan si la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU) trabajan por la justicia y a favor de la paz de los pueblos. Existen dudas. Veamos.
La OEA avaló a comienzos de la década de los años ’60 del pasado siglo, el bloqueo comercial, económico y financiero contra el pueblo de Cuba y otras medidas que denominan sanciones, que perduran hasta este momento con enorme sufrimiento para el pueblo antillano, además de la guerra mediática y psicológica. Además respaldó las invasiones de tropas gringas contra República Dominicana, Nicaragua, Granada, Panamá y apoyó los golpes de Estado del fascismo contra Venezuela, Bolivia, Chile y Perú.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, estuvo presente junto a los expresidentes de Chile, Sebastián Piñera, e Iván Duque, de Colombia, en el intento de invasión por el Puente Internacional en 2018, donde no lograron ingresar a nuestro territorio con la supuesta «ayuda humanitaria» . Allí respaldaron a los mercenarios. El pueblo los enfrentó y los derrotó.
¿Y de la ONU, qué se puede decir?
No ha actuado ante las masacres del gobierno de Israel contra el pueblo de Palestina, donde asesina niñas, niños, adolescentes, mujeres y hombres, adultos mayores, y tiene a centenares de niños prisioneros.
El sionismo invade a Palestina, derriba las viviendas y sus colonos se apropian de territorios palestinos.
Es una vergüenza que durante años la mayoría de las naciones del mundo se opongan al bloqueo genocida contra Cuba y la ONU nada haga contra el gobierno de Estados Unidos. Solo emite un gemido de «preocupación», pero no asume medidas de presión contra el imperialismo.
La OEA y la ONU son organizaciones que no trabajan a favor de la justicia ni la paz de los pueblos. Deben ser disueltas antes que continúen avalando los desmanes del gobierno gringo y sus subalternos de la Unión Europea y algunos mandatarios títeres de Nuestra América.
Ya la OEA preparó el acuerdo de respaldo al gobierno de Guyana para despojarnos del territorio Esequibo, que es nuestro.