Pedro Estacio

@Urgentess

Las conspiraciones, intentos de golpe de Estado y la corrupción son males que la revolución, atada al apoyo del pueblo,

enfrenta a como de lugar.

Un asunto inmoral aunque resaltante en la vida de los venezolanos, fue aquel golpe de Estado de 2002, del cua se cumplen 21 años esta semana y digo que es inmoral porque fue un tiempo en el que los medios se quitaron la careta y actuaron, aunque al momento no nos diéramos cuenta, como actuaba un bloque que iba a una guerra.

En efecto actuaron como lo que siempre integraron, un bloque y se lanzaron a la búsqueda del poder, al frente del cual estaba en calidad de presidente el Comandante Hugo Chávez.

Y llamo inmoral la citada aventura de los medios en el golpe de Estado de abril del 2002, porque la alborotada algarabía de los medios los llevó a mostrarle la verdad a los ciudadanos venezolanos de quienes eran ellos, siempre vendiéndose como paladines de la verdad cuando nunca lo fueron.

La mayoría de los ciudadanos en Venezuela, por lo general los menos atendidos por el rol de una democracia discrepó de los regímenes en turno de la administración de la vida de la nación, esto es, del manejo de AD y Copei y por ello, un atentado a la nueva forma de gobierno que mostraba Venezuela con Hugo Chávez en el poder, considerado desde su acción de rebeldía en 1992 como un hombre ético atado al compromiso de la palabra y responsabilidad, fue mas que suficiente para salir a la calle a defender al hombre por el cual votaron.

Hay que dejar claro que, toda Venezuela no estaba imbuida en la actividad política, pero si estaba involucrada en el remolino que significaba la problemática de la vida diaria de la nación, en la que todos no tenían las posibilidades de una vida de bienestar y de justicia.

La conducta nada ética de los medios, dirigida exclusivamente por el interés de sus propios dueños y de una clase social totalmente divorciada del sentir popular los mostró como en efecto seguían siendo desde que Simón Bolívar se inclinó por hacer de esta geografía una región independiente, soberana, libre, justa, educada y en camino del bienestar.

El periodismo honesto desapareció de la vida venezolana y los titulares antichávez se llevaron los espacios de los medios El Nacional, El Universal, Tal Cual, el Nuevo País, 2001 e hicieron presencia el “Chávez vete ya”, “OEA votó contra Chávez”, “Trabajadores de PDVSA exigen renuncia de Chávez”, “Bandas chavistas”, Catástrofe humana”. “Hasta que se vaya”, “Repudio Unánime”.

Todos esos titulares y declaraciones interesadas de presuntos dirigentes que intentaron pescar en río revuelto circularon no solo por los impresos sino por las televisoras, radios y agencias informativas del exterior. Le hicieron ver al mundo lo que el imperialismo quería que se dijera.

Pese al periodismo alejado del pueblo que se hace hoy día y que suelen mostrar las redes y algunos medios, la revolución bolivariana sigue su camino, evadiendo, enfrentando las dificultades como las inmorales e ilegales medidas del imperio yanqui, la dañina y auspiciada corrupción y creando posibilidades para un pueblo que ha elegido seguir la senda del Libertador Simón Bolívar que el Comandante Hugo Chávez, creador de la revolución les ha mostrado que es digno y soberano.

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