Ofensiva del narcoestado colombiano
El autor es periodista y analista político.
Alcides Castillo
Alcides…
Francisco de Paula Santander (el mismo que preparó el asesinato del Libertador Simón Bolívar) y Adolfo Hitler, reencarnaron en Colombia en personajes como Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos e Iván Duque. No solo exterminan a su pueblo, sino que además pretenden exportar la violencia respaldando a paramilitares, narcotraficantes, bandas criminales y mercenarios. Entregaron su soberanía y ahora no solo siembran grandes extensiones de materia prima para producir cocaína, sino además minas antipersonales.
En su pretensión de escalar un conflicto armado de grandes proporciones entre Colombia y nuestra patria, enviaron como avanzada a paramilitares y mercenarios a tomar el pueblo de La Victoria, en el estado Apure, donde instalaron campamentos como base logística para el narcotráfico, desplazando a campesinos, reclutando niñas y niños y asesinando.
Mientras tanto los medios de difusión de esa nación y del resto de naciones subalternas al imperialismo esconden la verdad, censuran y mienten.
La práctica de los “falsos positivos” y las masacres no han cesado en Colombia. El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), reporta que en el lapso entre enero y marzo de este año han sido asesinados 42 líderes sociales y trece excombatientes, mientras se han perpetrado 25 masacres.
También es práctica habitual la “siembra de minas”. El Comité Internacional de la Cruz Roja reveló este domingo en el marco de su campaña «Así sobreviví a un artefacto explosivo», que en Colombia se reportaron entre enero y marzo del presente año 104 víctimas de estos artefactos.
«De las 104 víctimas siete fallecieron, mientras que las demás sobrevivieron con graves consecuencias físicas, psicológicas y emocionales que perdurarán a lo largo de sus vidas», revela el informe del Comité Internacional.
Según el documento de la Cruz Roja, de las 104 víctimas, 61 corresponden a civiles, 15 a menores de edad y 43 a miembros de la Fuerza Pública y/o grupos armados.
La alianza entre las élites políticas, empresariales, eclesiásticas y militares con los capos de las drogas y los paracos, ha llevado a conformar el narcoestado, respaldado por los diferentes gobiernos de Estados Unidos.
