¡Maduro clarito! Esto ordenó a policías honestos contra colegas matraqueros y abusadores
Pidió revolucionar el Sistema Nacional de Policía, y llamó al poder popular y todas las instituciones del Estado a denunciar el abuso de uniformados. Foto @PresidencialVEN
VEA / Yonaski Moreno
A revolucionar el Sistema Nacional de Policía llamó este sábado, 16 de julio, el presidente de la República, Nicolás Maduro, durante el acto de conmemoración del Día Nacional del Policía. Señaló que el cuerpo policial que se está construyendo debe tener dos pilares fundamentales: la prevención y la fusión con el pueblo.
El Jefe de Estado indicó que la prevención se logra a través de «una firme y continua educación a lo interno de nuestros cuerpos de Seguridad en el sentido de elevar los valores morales que conviertan al funcionario en un ejemplo a seguir para nuestros niños, niñas, y para el pueblo». Añadió que la nueva Policía debe convertirse en un articulador de procesos sociales para la convivencia ciudadana, construyendo alternativas de vida para la juventud y brindando apoyo a la economía comunal, a la formación para el trabajo y la masificación del deporte y la cultura.
Sobre el segundo pilar, la fusión con el movimiento popular, consideró: «son ellos, los vecinos y las vecinas, quienes garantizan que la seguridad trascienda el hecho policial y se convierta en una prioridad colectiva, comunitaria».
El Presidente hizo un llamado a los policías honestos, a las instituciones del Estado, gobernaciones y alcaldías del país, y al poder popular, a denunciar los abusos policiales, la matraca, los abusos a los derechos humanos y todo lo que esté mal hecho desde estos cuerpos, para aplicar la tercera «R» del Plan 3R.Nets, Revolucionar.
Recordó que «con la Revolución Bolivariana y gracias al Comandante Hugo Chávez Frías nació una nueva Policía nacional que debe ser por principio justa, humanista, con una gran formación ética, con valores patrios y una sensibilidad social que hoy por hoy debe hacer la diferencia». Aunque consideró que queda mucho por construir en ese sentido, «se ha dejado atrás parte del oscurantismo y toda esa represión y violencia que, como dogma perverso, la Cuarta República se imponía a un pueblo».
