¡Santo video! Papa Francisco invita a emular a José Gregorio Hernández

Convocó a practicar la caridad y ser apóstoles de la esperanza, en el ánimo del beato venezolano. Foto Internet

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

El papa Francisco invitó a los cristianos y creyentes del mundo a emular al «médico de los pobres», doctor José Gregorio Hernández, quien no solo sanaba sino que atendía y ayudaba gratuitamente a los más necesitados. Su mensaje tuvo lugar este miércoles 13 de septiembre,  en el ciclo de catequesis sobre el celo apostólico.

«Queridos hermanos y hermanas, en nuestro ciclo de catequesis sobre el celo apostólico, hoy nos acercamos a la figura de un laico latinoamericano, el beato José Gregorio Hernández Cisneros. Nació en Venezuela en el año 1864. Aprendió la fe sobre todo de su madre, como contó: ‘Mi madre, quien me amaba desde la cuna, me enseñó la virtud, me crió en la ciencia de Dios y me puso por guía la Santa Caridad'», relató el sumo pontífice ante miles de creyentes.

Agregó que José Gregorio Hernández, era «una persona buena, de carácter alegre. Estaba dotado de una fuerte inteligencia; se hizo médico, profesor universitario y científico; pero sobre todo fue un doctor cercano a los débiles, tanto, como para ser conocido en la Patria como el ‘médico de los pobres’ (…) A la riqueza del dinero, prefirió la del Evangelio».

Señaló que dedicó su existencia a socorrer a los necesitados. «En los pobres, en los enfermos, en los que sufren, José Gregorio veía a Jesús». Remarcó que «este humilde servidor que nunca buscó el éxito, nunca buscó los aplausos del mundo, hoy recibe reconocimiento de la gente que lo llama con afecto ‘el médico de los pobres’, ‘santo del pueblo’, ‘misionero de la esperanza’ y ‘apóstol de la caridad’…».

Enfatizó que el secreto de su fuerza y dedicación, «era la intimidad con Jesús, que lo llevó a gastar su vida por los demás y a ofrecerse por la paz en el mundo. Murió realizando una obra de misericordia: Ir a visitar a un enfermo».

Siguió describiendo las virtudes del médico venezolano, y dijo que: «Fue un apasionado testigo del Evangelio y, como tal, no siguió sus propias aspiraciones, sino que estuvo siempre abierto y siempre disponible a la voluntad de Dios».

«José Gregorio era un hombre humilde, gentil y disponible, y al mismo tiempo estaba movido por un fuego interior, por el deseo de vivir al servicio de Dios y del prójimo», añadió.

Indicó que los problemas de salud que presentó, lo llevó a convertirse en un médico más sensible y entregado a las necesidades de los demás.

«El beato comprendió que con el cuidado de los enfermos pondría en práctica la voluntad de Dios. Socorriendo a los que sufren, dando esperanza a los pobres. Testimoniando la fe no de palabras sino con el ejemplo. Llegó así a ejercer la Medicina como un sacerdocio», manifestó.

Llamó a los creyentes a «pedir al Señor por la intercesión del beato José Gregorio Hernández, que nos ayude a ser apostóles de la caridad y misioneros de la esperanza, especialmente atentos y compasivos con los hermanos que sufren».

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