¿Serían capaces? Habrían drogado a Pedro Castillo al leer clausura del Congreso, asoman en Perú

VEA

En Perú una inesperada tesis en relación a la destitución del presidente, Pedro Castillo, el 7 de diciembre, impacta a la opinión pública. Información atribuida al congresista y exprimer ministro Guido Bellido, recogida por el diario El Tiempo determina que el docente ahora detenido «no tiene presente haber leído el mensaje a la nación en el que ordenó el cierre del Congreso» y que, además «…pudo haber sido drogado para hacerlo».

“Él me lo ha dicho con sus propias palabras. Yo le digo ‘¿por qué ha hecho la lectura?’ (del decreto que disolvía el Congreso) y me dice que no se acuerda”, expresó Bellido a medios locales, luego de visitar a Castillo en el centro donde está detenido, refleja el sitio web.

“Esa es la respuesta del presidente y hay que respetar. Es raro que un presidente, que no iba a ser vacado (destituido) por falta de votos, termina dando los argumentos para su vacancia”, añadió el parlamentario.

“El estado psicológico de Castillo al leer el mensaje a la nación evidencia de que no se encontraba dentro de sus facultades, ello hace presumir que pudo haber sido inducido, urge una prueba toxicológica y el Ministerio Público debe acceder a las cámaras de seguridad de Palacio”, escribió además en su Twitter.

Esta versión también fue mencionada por Guillermo Olivera, uno de sus abogados. “Lo que yo sé es que cuando leyó el expresidente ese mensaje escrito por otros, unos minutos antes le dieron una bebida, una supuesta agua y que después de beber el agua se sintió como atontado”, aseguró a medios locales.

Precisó: “Todo el mundo ha visto que estaba leyendo de forma temblorosa, y yo hipotetizo más, que además estaba un poco sedado”.

Plan maquiavélico

Por otra parte, el congresista Guillermo Bermejo Rojas difundió una carta que, según él, le entregó Castillo cuando lo visitó en la base policial en la cual permanece recluido. Asegura en la misiva que “médicos camuflados y una fiscal sin rostro” llegaron hasta su celda para tomarle una muestra de sangre sin su consentimiento. Como él se negó, volvieron al siguiente día.

“No descarto que este plan maquiavélico esté dirigido por la Sra. Fiscal de la Nación, el presidente del Congreso y la Sra. Dina Boluarte”, concluyó en el texto que firmó.