Luis Zárraga

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Sin chantajes ni presiones. Allá vamos y allá estaremos el tiempo que sea necesario, ha dicho el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros.

“Venezuela va de manera autónoma al diálogo de México y no nos sometemos a chantaje de ningún tipo, ni de Estados Unidos, ni de nadie”, enfatizó Maduro, al desear éxito a la comitiva oficial designada para el diálogo con opositores.

“Vamos a dialogar con la oposición proyanqui, pitiyanqui, proimperialista; con los esclavos del gobierno de Estados Unidos, pero vamos a dialogar con el diablo… Con la cruz y el agua bendita, que Dios nos cuide, el camino es el diálogo”, apuntó el jefe de Estado.

“Venezuela va de manera autónoma al diálogo de México y no nos sometemos a chantaje de ningún tipo, ni de Estados Unidos, ni de nadie”.

Se busca que se logren acuerdos estables para nuevos tiempos a futuro entre las partes, es decir, la nueva mesa de diálogo entre representantes del gobierno y miembros de la oposición, labora para un porvenir con nuevas condiciones económicas y políticas.

La comisión gubernamental está encabezada por Jorge Rodríguez, Héctor Rodríguez y el diputado Nicolás Maduro Guerra, quienes acuden a dialogar con la oposición extremista de derecha.

La oposición está compuesta por el representante de la tolda verde Roberto Enríquez, acompañado de Gerardo Blyde, Mariela Magallanes, Tomás Guanipa, Stalin González, Luis Aquiles Moreno, Luis Rondón y Carlos Vecchio.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, recibió un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores noruego, el cual indica que las partes que participarán en el diálogo sobre Venezuela habían entrado a la fase final de sus pláticas exploratorias, a fin de iniciar negociaciones.

La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que su país sería sede de estos encuentros.

«Lo que buscamos es que haya diálogo y acuerdos entre las partes. Son pláticas entre el gobierno de Venezuela y la oposición. Ojalá se logre un acuerdo», dijo el mandatario mexicano.

Por su parte, Maduro indicó que la participación de su gobierno en este nuevo capítulo de conversaciones con la oposición, se fundamenta en tres condiciones firmes y una cuarta que está en consulta.

Detalló que los tres puntos claves para avanzar en este proceso son: Que se levanten inmediatamente «todas las sanciones contra la economía y la sociedad venezolana»; que se reconozcan a todas «las autoridades legítimas y constitucionales de Venezuela»; y que la oposición renuncie «a la violencia y a la conspiración».

La cuarta condición es la de incorporar al diálogo a todos los sectores de la oposición, porque en el país suramericano hay «nuevos liderazgos». Por eso estimó necesario «abrir las compuertas» para que la participación sea más amplia.

Noruega promovió en 2019 una anterior ronda de negociaciones que resultó fallida.

El proceso, que se llevó a cabo en Oslo y en Barbados, fracasó cuando el gobierno de EEUU  se negó a aliviar las sanciones impuestas a Venezuela y decidió, en cambio, aumentarlas.

En estas negociaciones Noruega servirá como mediador, en el intento de abogar por una solución a la crisis generalizada que atraviesa el país. Sin embargo, existe una gran expectativa por la nueva jornada de diálogo, luego de que los anteriores intentos de negociación no llegaron a buen puerto.

Es un diálogo donde por supuesto la parte del sector oficial no discutirá sobre nuevas elecciones presidenciales, porque Maduro es Presidente hasta 2024, cuando finaliza su mandato. Eso no está en discusión, incluso si desean convocar un revocatorio tendrán que recolectar las firmas como lo establece la Constitución.

En lo que se anda es en un acercamiento de las partes para trabajar a futuro sin chantajes ni presiones, para evidenciar ante el mundo que aquí hacemos política y sabemos entendernos. Eso está claro y no admite discusión.

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