Néstor Rivero Pérez

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El 7 de noviembre de 1823 fue ahorcado en la Plaza de la Cebada de Madrid (España), el coronel Rafael Del Riego, quien tres años antes había encabezado el levantamiento liberal de las tropas acantonadas en Cabezas de San Juan (región de Sevilla), y cuyas consecuencias se manifestaron en dos direcciones: En lo interno, la sustitución del sistema absolutista jefaturado por Fernando VII, por el régimen liberal sustentado en la Constitución de Cádiz de 1812; y afuera, en el debilitamiento del poder español en América, desde México hasta Argentina, donde se fortaleció la causa independentista.

El personaje

Del Riego nació en 1784 en Tuña (Asturias); hizo carrera militar con los Guardias de Corps. En la guerra contra la invasión napoleónica a España, tuvo valerosa actuación en la batalla de Espinosa de los Monteros de 1808. Capturado a fines de ese año, fue llevado prisionero a territorio galo, donde conoció el liberalismo francés y la masonería. Regresó a España en 1814, reintegrándose al ejército para fomentar juntas secretas liberales.

Acantonamiento

Recibiendo solicitudes de refuerzo por parte de Pablo Morillo -cuyo Ejército Expedicionario de 10 mil efectivos se había reducido sensiblemente como efecto de las duras campañas en América entre 1815 y 1819, así como por el clima tropical y el paludismo-, para que enviase nuevas tropas, Fernando decidió organizar un segundo ejército invasor, esta vez de 20 mil tropas, y a cuyo frente designó al general absolutista Enrique José O’Donnell (Conde de Bisbal).

Pronunciamiento

Al mando del 2° Batallón Asturiano, Rafael Del Riego coordinó con jefes de las otras divisiones congregadas en Cabezas de San Juan, para reconducir dichas fuerzas y reclamar del monarca la reinstalación de la Constitución de Cádiz, que había regido en España entre 1812 y 1814, cuando Fernando VIII la desconoció. Del Riego aprovechó el descontento de las tropas hispanas, poco animadas a viajar a la América, de donde llegaban versiones de la terrible Guerra a Muerte, y del terrible clima, picadura de mosquitos y la carencia de abastecimientos, lo que hacía difícil la manutención de grandes contingentes por largos períodos. Y a ello se sumaba el ideario liberal y constitucional difundido desde 1812 por las Cortes de Cádiz.

Triunfo y caída

Carente de un plan para deponer de forma definitiva la monarquía en España, Rafael Del Riego inició con su ejército una recorrida errática por Andalucía, dando tiempo al reagrupamiento de los absolutistas, y en 1823, a la penetración en la Península de los Cien Mil Hijos de San Luis, fuerza francesa al mando del duque de Angulema, quien venía con el designio de restablecer a Fernando como monarca absoluto, lo cual acaeció en octubre de aquel año. Del Riego sería apresado y condenado a muerte, ejecutándose la sentencia tal día como hoy.

Impacto en América

La Revolución de Del Riego y Quiroga contribuyó de forma decisiva al triunfo de la causa emancipadora de este lado del Atlántico. El hecho de que un ejército de 20 hombres hubiese arribado a costa firme, para combatir contra las huestes del Libertador Simón Bolívar y luego marchar a la Argentina o Nueva España (México), hubiese significado un retraso quizás de décadas para la causa republicana en Suramérica. Uno de los efectos directos del drástico cambio político que produjo dicho pronunciamiento en la Península, fue el de inducir al jefe expedicionario Pablo Morillo, a instancias de las nuevas autoridades liberales que gobernaban España, a entablar conversaciones con las fuerzas patriotas. Y dichas negociaciones culminarían, como se sabe, con el Armisticio y Tratado de Regularización de la Guerra firmado en Santa Ana de Trujillo, el 26 de noviembre de 1821. No fue poca cosa el impacto.

Sinópticos

1917

Revolución Bolchevique

El 7 de noviembre de 1917, con la toma del Palacio de Invierno de San Petersburgo por los bolcheviques, comienza la Revolución Socialista de Rusa. Se la conoce como “Revolución de Octubre” debido a que para entonces en la patria de Leon Tolstoi regía el calendario juliano, con una diferencia de dos semanas respecto al gregoriano que se emplea en el resto de los países occidentales. En sus Tesis de Abril, escritas ese mismo año, Vladimir Lenin, líder del Partido Bolchevique, expone el programa revolucionario: “sustitución del ejército permanente por el pueblo en armas, funcionarios todos ellos elegibles y que puedan ser removidos en cualquier momento, no deberá nunca exceder el salario medio de un obrero calificado, confiscación de todas las tierras de los terratenientes, nacionalización de todas las tierras del país, de las que dispondrán los soviets locales de diputados obreros agrícolas y campesinos, fusión inmediata de todos los bancos del país en un Banco Nacional único… control de la producción social y de la distribución de los productos por los soviets de diputados obreros” (http://www.iade.org.ar)

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