Néstor Rivero Pérez

[email protected]

El 16 de enero de 1794 falleció Edward Gibbon, a quien los estudiosos de la ciencia histórica definen como “el primer historiador moderno”. Y tal caracterización responde al hecho de que el autor de Historia de la decadencia y caída del Imperio romano, fue sumamente exigente en tanto autor, al citar testimonios y referencias, procurando siempre consultar fuentes primarias u originales y respeto del suceso, en procura de la mayor veracidad.

 

El Padre de la Historia

En los últimos dos siglos se ha producido elevado nivel de coincidencia entre académicos y especialistas al ponderar al geógrafo, viajero e historiador   Heródoto de Helicarnaso -quien vivió entre 484 aC y 425 aC-, como “Padre de la Historia”, debido al rigor con el cual muestra su obra, al presentar los hechos con magnitud panorámica de gran amplitud que sorprende para los cánones de su época y respeto al acontecimiento. Su obra, “lejos de ser una simple crónica, presenta el mundo conocido por los griegos al modo de un reportaje moderno” [https://historia.nationalgeographic.com.es].

Método histórico

En todo caso, la Europa del Siglo de las Luces, el tiempo que vivió Gibbon, ya establecía que el relato del pasado se hiciese en forma cronológica, desde lo más antiguo hasta lo más reciente. Y siendo que la mentalidad de la época con su carga de valores, mitos y creencias, tiñe en alguna medida párrafos de lo que todo autor escribe, resulta virtualmente imposible desprenderse de alguna carga del subjetivismo que embargó a los redactores precristianos, para quienes el paganismo y sus deidades otorgaban al suceso un sentido de “destino” consagrado por el hado y la fatalidad u otra fuerza extrahumana que imponía su rumbo a la acción de los mortales. Y la presentación del relato historiográfico, por entonces ofrecía con alta dosis de subjetivismo y parcialidad por quien componía las estrofas en torno al acontecimiento, personaje o período. Heródoto fue el primero en esforzarse por sobreponerse en sus párrafos, a la crónica y sujetar la imaginación, introduciendo en lo que transcribía como historia, un orden “razonado y estructurado de las acciones humanas” [Wikipedia].

 

En casa de Gibbon

En 1787 el venezolano Francisco de Miranda, habiendo partido de la Rusia de Catalina II y a poco de pasar por Estocolmo (Suecia), marchó a Suiza, dirigiéndose a Lausanna, ciudad en la cual hace una visita a la casa de Edward Gibbon, de cuyo libro magno Historia de la decadencia y caída del Imperio romano, el caraqueño había poseído un ejemplar en 1783, durante su estadía en La Habana (Cuba). Y no obstante que Gibbon no se encontraba al momento en que Miranda llega a su residencia, le fue permitido “(…) ver la biblioteca ornada de libros hasta el tope por todas partes… y que constaba de 5 mil volúmenes “escogidos entre lo mejor que la literatura griega, latina, francesa, inglesa o italiana, han producido” [Tomás Polanco Alcántara, Miranda, 779 págs, 1996].

 

“Decadencia y Ruina…”

Gibbon extendía la historia de Roma hasta 1453, año de la caída de Constantinopla en manos de Mehmed II, por cuanto concebía el Imperio de Oriente o bizantino, como extensión del Imperio Romano. ”La última parte de la obra [Decadencia y Ruina del Imperio Romano] se compone de: a) El Imperio de Oriente en el s. VI; Retrato de una emperatriz; las facciones del hipódromo; b) Mahoma y la ascensión del Islam; c) la caída de Constantinopla y final del Imperio de Oriente, y d) Las ruinas de Roma en el s. XV y conclusión de toda la obra (…) Esta visión de la Historia… ha sido abandonada en favor de corrientes que otorgan una mayor importancia a las dinámicas sociales y culturales que componen el pasado. No obstante, la obra supuso un hito en su momento por la forma diacrónica de entender, tenida en cuenta” [María A. Gómez Robledo, Universitat de Barcelona) / Fuente: https://revistes.ub.edu.

Sinópticos

1911

Nació José María Cruxent

Con una longeva existencia que alcanzó los 96 años, este arqueólogo oriundo de España, como tantos republicanos que combatieron en la Guerra Civil, se radicó en el país en 1939. Padre de la arqueología científica en Venezuela, recorrió el país en busca de rastros paleoindios de quienes convivieron con la megafauna de vertebrados, y quienes se convertirían en los primeros pobladores de Suramérica. Reconocido nacional e internacionalmente, Cruxent vivió sus últimos años en la región de Falcón, creando el Museo de Taima-Taima.

1986

José Gregorio Hernández, venerable

Este día el Médico de los Pobres -quien murió como resultado de un accidente, mientras procuraba adquirir de su propio peculio, como hizo en tantas ocasiones, el medicamento para una paciente-, fue declarado venerable por la Iglesia.

 

1991

Operación Tormenta del Desierto

Este día, fuerzas militares al mando del general estadounidense Norman Schwazkopf, compuestas por cerca de 800 mil hombres, de los cuales quinientos mil eran norteamericanos, invaden Irak.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido !!