Néstor Rivero Pérez

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El 11 de junio de 1928, nació en Barquisimeto (Lara) Salvador Garmendia, novelista, ensayista, guionista de televisión y figura central del pensamiento crítico cultural y político, en la Venezuela de la segunda mitad del siglo XX. En 1959 el autor de Los pequeños seres se hizo acreedor al Premio Municipal de prosa de Caracas. En 1972 se le concederá el Premio Nacional de Literatura.

Hitos de un creador

Habiendo padecido en su temprana infancia de una afección que le impidió durante tres años asistir a la escuela primaria, el pequeño Salvador aprovechó dicho lapso para adentrarse en la lectura, alcanzando un nivel de autoinstrucción, que lo colocaba por encima de sus compañeros de bancos escolares, y a lo largo de su educación media. Garmendia cursará su bachillerato en Humanidades, en el liceo Lisandro Alvarado de la capital larense, centro educativo donde tendrá como compañeros de estudios a figuras como Carlos Contramaestre y Alí Rodríguez Araque. En 1958, tras el derrocamiento del general Marcos Pérez Jiménez, Garmendia integrará el grupo literario “Sardio”, el cual en un primer momento tuvo como miembros a noveles creadores, como Rodolfo Izaguirre, Adriano González León, Guillermo Sucre, Ramón Palomares y Caupolicán Ovalles, así como a Elisa Lerner y a Elizabeth Schön, entre otros y otras.

 

Hitos en TV

En los años setenta el autor de Memorias de Altagracia incursionó como guionista de cine y  telenovelas. Para la pantalla grande escribe el texto del cortometraje Los chimbangueles, así como el guion del filme Fiebre, adaptación de la novela homónina de Miguel Otero Silva. Y en la televisión obtendría reconocimientos con su libreto de la telenovela La hija de Juana Crespo, que se inscribe en la nueva corriente sociológica de los espacios dramáticos televisivos, al lado de autores como José Ignacio Cabrujas, Julio César Mármol, Ibsen Martínez y Román Chalbaud, entre otros.

Garmendia con Ruptura

En los años setenta la literatura política venezolana -inmersa en el combate de ideas de la independencia económica y cultural del país, frente a los modelos tradicionales que imperaban en los medios de difusión- concitó la atención de intelectuales y creadores, cuyo prestigio deseaba acompañar causas como la libertad de los prisioneros políticos que en el Cuartel San Carlos, Cárcel Nacional de Trujillo y otros centros de reclusión, represaban las últimas expresiones de la lucha armada, y que reclamaban nuevos canales para dirimir las diferencias entre los actores políticos del país, y darían aliento a nuevas  iniciativas de acercamiento a la opinión pública. Y muestra de ello lo representó el Congreso Cultural de Cabimas de 1968, así como el surgimiento de órganos impresos alternativos. Y entre estos últimos destacó el vocero Ruptura, entre cuyo tren directivo figuraron José Vicente Beaujon, Carlos Contramaestre y Ángel J. Márquez. A la muerte de este último, Salvador Garmendia habría de asumir la dirección del periódico, al tiempo que adelantaba sus esbozos de novelas como Los pies de barro y Memorias de Altagracia, e igualmente su relación de cuentos Los escondites, y se hacía acreedor al Premio Nacional de Literatura 1973.

 

Los pequeños seres

“En Los pequeños seres, se narran algunos días en la vida de un ciudadano común que trabaja como jefe de sección del Departamento de Contabilidad de una empresa, casado, con un hijo. El primer día transcurre con la asistencia de Mateo Martán al entierro de su jefe inmediato. El siguiente día, el personaje asiste a una consulta psicológica y a la salida de la misma es atraído por una compañía circense (…) lo que se quiere resaltar es el mundo interior del personaje. Se hace énfasis en su reacción ante cada acontecimiento, en… buscarle un sentido a su vida, pero la sucesión de acontecimientos… no se lo permiten (…) Su necesidad de pensar seguía siendo apremiante: Reconstruir mentalmente grandes trozos de vida, tiempos enteros donde se sucedieran acontecimientos notables, dignos de contar. Su pensamiento se convierte así en una forma de evasión de una realidad cambiante, pero a la vez monótona. La dinámica del mundo externo no lo deja vivir su individualidad y termina abandonando todo para poder encerrarse en sí mismo” [[email protected], [email protected] / http://ve.scielo.org].

Sinóptico

1826

Congreso Anfictiónico de Panamá

Este día llegaron a la ciudad de Panamá los primeros representantes al Congreso Anfictiónico de Panamá, patrocinado por el Libertador Simón Bolívar, con el propósito de formar una confederación de naciones para la defensa de sus intereses comunes y enfrentar las acechanzas de grandes potencias. La cita fue convocada mediante invitación del 7 de diciembre de 1824, dirigida a las cancillerías de México, Gran Colombia, Guatemala, Perú y Bolivia. Hoy se rescata esta tradición bolivariana del Congreso Anfictiónico mediante entidades como ALBA-TCP y Celac.

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