Néstor Rivero Pérez

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El 6 de agosto de 1813 el Libertador Simón Bolívar al frente del Ejército Patriota que había partido de San Antonio del Táchira el 15 de mayo anterior, arribó a la ciudad de Caracas dando fin al ciclo de operaciones y combates que la historia reconoce como la Campaña Admirable.

Por qué Admirable

Y tan honrosa denominación responde al hecho de que en el curso de estos meses las fuerzas republicanas obtuvieron el triunfo en cada uno de sus encuentros con el enemigo, desde la escaramuza hasta la batalla formal como la dada en Taguanes (Cojedes) el 1 de agosto de aquel año.

Y el tejido de victorias atendió a la estrategia que aplicó el héroe caraqueño como general en jefe del Ejército, de extrema celeridad en sus movimientos y disponiendo cambios de ruta para caer en forma sorpresiva por una dirección sobre el adversario, distinta a la que el adversario suponía que Bolívar habría de tomar.

Y, por encima de todo, el coraje de oficiales y soldados que venían triunfando desde su primer combate en el Magdalena, bajo la dirección de quien había mostrado valor, habilidad y constancia desde su primer encuentro en Tenerife, al frente de escasos 70 soldados. Téngase en cuenta asimismo que a las órdenes del joven Libertador venían oficiales como José Félix Ribas, Atanasio Girardot, Antonio Ricaurte, Rafael Urdaneta, Luciano d’Elhuyar, y otros, de quienes combatieron fieramente hasta obsequiar su vida en procura de legar patria a sus descendientes.

 

Del Magdalena a San Antonio

Habiendo partido en agosto de 1812 al exilio, ya en noviembre con su grado de coronel de Venezuela, Bolívar sería destinado como jefe militar de Barranca, pequeño puesto del Magdalena, iniciando de inmediato el futuro Libertador una campaña relámpago que le permite liberar el río Magdalena, ruta crucial para el comercio neogranadino. Tras pequeños combates entre enero y febrero de 1813, Bolívar avanza y toma el 1° de marzo a San Antonio del Táchira, de donde ha de retroceder hasta recibir venia de las autoridades neogranadinas para adentrarse en territorio venezolano.

“Fuego sagrado”

¿Qué móvil impulsaba al joven caraqueño y sus conmilitones republicanos a constituirse como ejército y avanzar desde San Antonio hasta Caracas, sin certeza de una victoria segura, cuando la inferioridad en el número de tropas, 800 soldados, respecto a las fuerzas de que disponía el jefe realista Domingo de Monteverde, distribuidas en distintos puntos a lo largo de Venezuela -unos 8 mil efectivos-? El 2 de enero de 1814, el ya consagrado Libertador Simón Bolívar define este punto, cuando en nombre de sus oficiales y las tropas pronuncia una de sus piezas más elevadas, tanto por su tono épico como por un conmovedor lirismo digno de don Quijote de la Mancha: el móvil de la gloria “La libertad encendió en mi seno este fuego sagrado; y el cuadro de mis conciudadanos expirando en la afrenta de los suplicios, o gimiendo en las cadenas, me hizo empuñar la espada contra los enemigos”.

 

Celeridad y sorpresa

Habiendo colocado al frente de su pequeña vanguardia al valeroso Atanasio Girardot y como jefe de la retaguardia a José Félix Ribas, el Libertador imprimió a los desplazamientos de cada porción de sus tropas una celeridad inesperada por realistas como Tízcar, Martí, Izquierdo y el propio Monteverde, quienes subestimaron la pequeña fuerza que venía acometiéndoles desde los Andes, al tiempo que el propio Monteverde destinaba fuerzas para contener a los patriotas que bajo la conducción de Santiago Mariño adelantaban la Campaña de Oriente y de la cual se enteraría Bolívar el 23 de mayo, a su llegada a Mérida, proveniente de San Antonio. Ya en Guanare y tras los avances de Girardot en Barinas y el triunfo de Ribas en Los Horcones, Bolívar se encamina a los Taguanes, donde vence al monarquista Izquierdo, viendo libre su marcha hasta Caracas, donde entra un día como hoy, 6 de agosto de 1813, en medio de los vítores de sus coterráneos.

 Sinópticos

1945

Bomba atómica

Este día un bombardero estadounidense, por instrucciones del presidente Harry Truman dejó caer sobre la ciudad de Hiroshima (Japón) la primera bomba atómica de la historia usada como arma de destrucción masiva en contiendas. Sus terribles efectos de radiación dejarían secuelas que aún afectan a nativos y descendientes de las víctimas directas del hongo nuclear que brilló de forma macabra ese día.

 

1824

Lanzas de Junín

Este día el Libertador Simón Bolívar, al frente 8 mil hombres derrota a las fuerzas realistas comandadas por José de Canterac. Dicha jornada al arma blanca, junto a la batalla de Ayacucho ganada tres meses después por Antonio José de Sucre, darían su independencia a Perú y Bolivia.

Patria continental

El estudio de estos hechos, sucedidos a miles de kilómetros de Caracas contribuye a la comprensión del significado de la Patria Grande suramericana creada por Simón Bolívar y que entonces se concibió como posible.

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