Néstor Rivero Pérez

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El 15 de enero de 2005 comenzó a eclosionar en la superficie del astro rey una gran carga de rayos “X” configurando una tormenta solar, disparada hacia su exterior y con impacto en distintos puntos del sistema planetario. Esta efusión tormentosa de rayos “X” se mantuvo durante cinco días hasta su cese el 20 del mismo mes.

Delimitando conceptos

Llamarada solar, fulguración, aurora boreal o eyección electromagnética constituyen algunas caracterizaciones de un fenómeno que comienza a atraer la atención de astrónomos, físicos y químicos de universidades y centros de investigación en cuyos planes de trabajo se inserta el espacio sideral. Y las investigaciones se irán profundizando y concitando el interés de nuevas cohortes de especialistas, a medida que se delimite la complejidad de factores que integran dicho campo de estudio, surjan nuevos enigmas y se devele con mayor precisión las potenciales consecuencias que sobre la Tierra pudiere tener tales fulguraciones. En el portal XL Semanal se concibe la llamarada solar como aquella “explosión gigante en la superficie del Sol. Se produce cuando nuestra estrella -el Sol- libera de forma repentina la energía magnética que ha ido acumulando en su superficie” (https://www.xlsemanal.com).

Rozando la Tierra

Y muy poco después de la última “erupción del 20 de enero, un enjambre de protones de alta velocidad rodeó la Tierra y la Luna. Treinta minutos más tarde, la tormenta de protones más intensa en varias décadas estaba en camino”. (https://ciencia.nasa.gov). Y al último día de estas explosiones solares continuadas del 20 de enero, una mancha solar identificada por la NASA como ‘NOAA 720’ estalló dando origen a la onda expansiva de “una llamarada solar de clase-X, del tipo más poderoso y lanzó una nube de mil millones de toneladas de gas electrificado (una «expulsión de masa coronal» (https://ciencia.nasa.gov). Y el hecho dio curso a un punto de aceleración de los protones de la energía liberada, a casi la velocidad de la luz. Indíquese que dicha explosión “alcanzó el sistema Tierra-Luna unos minutos después de la llamarada —el principio de una «tormenta de protones» de días de duración” (Ibídem).

¿Qué vendrá?

Y los expertos sostienen que una tormenta solar, en grado tal que eventualmente podría arrojar al espacio, puede liberar energía que incluso podría arrojar nubes de plasma, lo que ya ha ocurrido. “El material se calienta a millones de grados y comienza a emitir radiaciones electromagnéticas. Es tanta la energía que libera que son como millones de bombas de hidrógeno explotando al mismo tiempo durante minutos. El fenómeno puede ocurrir varias veces al día” (https://www.xlsemanal.com). Téngase en cuenta la temperatura media al interior del Sol “¡Allí adentro las temperaturas son de 15,7 millones de grados centígrados!” (https://www.bbc.com).

La tormenta Carrington

Las auroras boreales sobre las que recurrentemente hablan astrónomos y aficionados son expresión de una tormenta solar. Y la que mayor impacto ha producido en la Tierra, desde que comenzó a registrase su ocurrencia ha sido la de 1859, conocida como ‘Tormenta Carrington’, en honor al astrónomo aficionado Richard Carrington, nacido en Inglaterra. “Este acontecimiento fue la tormenta solar de mayor magnitud registrada en la Tierra en los últimos 500 años. Sus resultados pudieron verse en todo el planeta en forma de auroras boreales en los lugares más insólitos, con una intensidad lumínica nunca antes vista. En la actualidad no estamos libres de que algo así vuelva a suceder, y los científicos advierten que de producirse un fenómeno de este tipo nuestro sistema de vida sufriría un impacto irreversible” (https://historia.nationalgeographic.com.es).

Sinóptico

1932

Día del Maestro

Este día un grupo de educadores encabezados por Luis Beltrán Prieto Figueroa, reunidos en el Grupo Escolar República del Paraguay (Caracas), fundaron la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria (SVMIP), primera organización moderna de las luchas reivindicativas del sector. La SVMI, que desde 1936 se denominaría Federación Venezolana de Maestros (FVM), con Prieto Figueroa a su cabeza, abrió las puertas a corrientes pedagógicas como la ‘Escuela Nueva’, la psicología del aprendizaje y otras, ya se debatían en Europa y países del continente americano. Recuérdese a su vez que en la historia de Venezuela fue Simón Rodríguez la primera figura en esbozar una reforma educativa de significación. En 1793, el Maestro del Libertador presentó al Cabildo de Caracas un escrito Seis Reparos respecto a la escuela colonial. Por su parte Luis Beltrán Prieto Figueroa, con dilatada trayectoria política, concibió la doctrina del Estado Docente, que atribuye la orientación del sistema educativo de un país al Estado, que asume la enseñanza como función propia, sin negar la participación de la sociedad, comunidades y sector privado.

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