Alcides Castillo

La oposición se esconde y actúa a la vista de todos. Es negacionista y terca. Acciona a través de las redes digitales creando “realidades virtuales” y noticias falsas. Le dio ahora por negar el triunfo de la Diplomacia Bolivariana de Paz y la exitosa gira del presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, por la República Popular China, Argelia y Cuba, donde firmó acuerdos económicos, financieros, turísticos y en ciencia, tecnología e innovación, y llevó la verdad de nuestra patria al foro realizado en La Habana.

Pero los opositores cantan derrota. Se les apagó la realidad, no la quieren ver. Los voceros del caos nada dicen acerca de las licitaciones ilegales que realiza Guyana de bloques petrolíferos, con lo cual el gobierno de esa nación pretende disponer de áreas marítimas pendientes de delimitación entre ambos países, tal como lo denunció la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez.

Se sabe históricamente que la nación vecina no posee derechos soberanos sobre las áreas marítimas donde convoca la ilegal licitación, acción que es violatoria del Derecho Internacional.

Los apátridas pretenden desconocer que hay una zona que es de Venezuela, con lo cual se colocan al lado de los enemigos de nuestra patria a favor de las transnacionales petroleras que han avivado el conflicto entre naciones, propósito del imperialismo yanqui que no cesa en sus hostilidades contra los pueblos soberanos.

Esa es la oposición irresponsable que pretende gobernar otra vez, para subastar nuestras riquezas, para entregar el país y convertirlo en neocolonia con una junta administradora a favor del gobierno de Estados Unidos. Vociferan que nuestro Jefe de Estado hipotecó a Venezuela ante el gigante asiático, pero son ciegos ante los acuerdos que benefician a nuestro pueblo.

Con la acción ilegal de Guyana de convocar una licitación petrolera ilícita el gobierno de esa nación actúa como testaferro de una potencia extranjera y de las empresas transnacionales, pero los opositores están de espaldas a esta situación que atenta contra nuestra soberanía.

Tal como lo escribió Eduardo Galeano en El mundo al revés, pero es la posición de una partida de irresponsables que busca atajos para llegar al poder porque saben que no cuentan con el respaldo ni con los votos del pueblo para ganar las elecciones venideras.

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