Se despidió Fruto Vivas: El arquitecto de los sueños (+94 años)
Su obra artística nacionalista y su ideario político por las causas populares lo distinguieron como un arquitecto diferente. Foto Internet.
VEA / Yonaski Moreno
El arquitecto venezolano, Fruto Vivas, falleció en horas de la madrugada de este martes 23 de agosto. La partida de José Fructuoso Vivas (su nombre de pila), es reseñado por diversos medios, entre ellos Venezolana de Televisión y Venezuela News.
El jefe de Estado, Nicolás Maduro, resaltó la sabiduría, calidez humana y el inmenso amor por la patria venezolana de Fruto Vivas, asegurando que el arte despide «a uno de los imprescindibles». En un mensaje compartido a través de Twitter, también agradeció al arquitecto «por haber promovido la esencia de la venezolanidad, a través de tus majestuosas obras».
“Sí, partió a otro plano, pero ese fruto no ha muerto”, expresó el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas. Su mensaje, publicado en sus redes sociales, estuvo acompañado por fotografías del arquitecto en diversas facetas: Rodeado de niños; junto al presidente de la República, Nicolás Maduro; entre amigos, abrazos y celebraciones, y posando frente grandes obras de la arquitectura.
Villegas también aseguró que Fruto Vivas, quien cumplió 94 años de edad el pasado enero, «dedicó sus 34 mil 548 días a regar semillas de amor y conciencia por la Tierra, por la Naturaleza, por la Vida». Asimismo, expresó su agradecimiento a la tierra venezolana por «haber parido al maestro Fruto Vivas, arquitecto de una humana Humanidad».
Las casitas de barro
Nacido en La Grita, estado Táchira, el 21 de enero de 1928, «…Sus primeros contactos con la profesión que le dio tanto reconocimiento fueron a muy temprana edad, cuando su madre le pedía que elaborara con barro las casitas para el pesebre», recuerda el portal El perro y la rana.
Con alrededor de 12 años, participó en la construcción de su propia casa, en Cordero, Táchira, la cual fue elaborada con barro, tapia y bahareque. «Allí vivió rodeado de cafetales, en un pueblo pequeño y tradicional, donde las fiestas patronales y el sentido comunitario del lugar, inspiraron su sensibilidad por lo popular, que años después se traduciría en su mayor proyecto de vida», añadió la editorial.
Una de las obras emblemáticas del arquitecto de la patria, fue la Flor de Venezuela, declarada patrimonio cultural de la nación, monumento ubicado en el estado Lara, precisa la web minec.gob.ve.
Su extensa obra no está desligada de su accionar político, pues, como señala la fuente citada en la década de los años ’60, «…debido a su talento, empezó a ser perseguido por causa de sus ideales políticos; influido por el estallido de la Revolución Cubana y su sentimiento intrínseco a favor del pueblo», uniéndose «…de manera clandestina a la lucha armada contra el régimen de Rómulo Betancourt».
Despidida al maestro
Al conocerse la sensible noticia, los pronunciamientos inundaron las plataformas sociales. En Twitter, el nombre del arquitecto Fruto Vivas se posicionó en las tendencias. Ahí se unieron las expresiones de solidaridad y condolencias, así como de admiración y respeto.
El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, describió a Vivas como «el arquitecto de las cosas más sencillas», y recordó su amor y cuidado a la naturaleza en sus obras como arquitecto.
Asimismo, el vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, Alfred Nazareth Ñáñez, describió: «Fruto Vivas encarnó en su obra y en su vida cotidiana los mejores atributos de la venezolanidad: Curioso, creador, irreverente, valiente, defensor de la verdad y la belleza natural de la vida». Además, aseguró que a partir de este día «se inmortaliza en todo lo que hizo, en todo lo que enseñó, en todo lo que amó».
Por su parte, el embajador designado de Venezuela ante Colombia, Félix Plasencia, exaltó la creatividad del maestro, así como el legado que deja al mundo. «…Nos enseñaste que aún existen Árboles para Vivir, y nos regalaste la Flor más grande de Venezuela», señaló. «Te agradecemos tanto, te recordamos siempre, vuela alto, maestro», añadió Plasencia.
Marialcira Matute, conductora del programa La Librería Mediática, de VTV, expresó que el fallecimiento de Vivas es una gran pérdida para Nuestra América y Venezuela. Sobre él recordó que «vivió una existencia productiva y hermosa. Dio todo de sí a Venezuela».
El representante permanente de Venezuela ante la ONU y demás Organismos Internacionales en Ginebra, Hector Constant Rosales, escribió: «Qué pesar leer que nos dejó físicamente el Maestro Fruto Vivas, formador de talentos y comprometido con un hábitat digno y naturalmente armónico. Su obra permanecerá, tanto como su recordado y abundante anecdotario de décadas de historia nacional. La Patria le rinde tributo».
Más que arquitecto
Fruto Vivas también destacó en las letras. Cercano al pueblo como era, escribió el libro Las casas más sencillas, donde invita: «Vamos a pasearnos por las casas partiendo de las que hacen los animales, pasando por las casas ancestrales de nuestras culturas aborígenes, hasta las casas realizadas con los materiales de nuestro tiempo».
Las casas más sencillas es un manual de construcción donde Vivas explica a las personas cómo realizar su propia casa con materiales económicos, asegurando que “cuando alguien hace su propio edificio, lo hace bien” y de que la arquitectura de las masas es una respuesta habitacional para los pueblos.
Por su parte, Crónicas de la rebeldía y el saber popular, reúne un conjunto de crónicas y artículos escritos durante un largo periplo de una vida plena de vivencias y reflexiones, resume el Perro y la Rana, en su cuenta Twitter. Ambas obras se encuentran en el catálogo de la editorial, disponibles para su descarga.
Grandes obras arquitectónicas
Siendo apenas un estudiante en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela (UCV), ganó el concurso del Club Táchira en 1955, una edificación de superficie de doble curvatura, donde puso en práctica sus estudios sobre las estructuras límites y de mínimo peso, que tanto han caracterizado su trabajo, describe El Perro y la Rana. En este proyecto trabajó con el reconocido arquitecto español Eduardo Torrojas.
Entre sus destacadas obras también se encuentra el hotel Moruco, de Mérida, en el que demostró su inclinación por la arquitectura populista. Fue llamado a diseñar la casa del gobernador de Caracas; el Palacio Municipal de Girardot, en Maracay, y la Plaza Mayor, de San Cristóbal.
En el año 1999 se le designó el diseño del pabellón para la Expo 2000 en Hannover, Alemania. Fue entonces cuando diseñó la famosa Flor de Hannover, alusiva a la orquídea venezolana reposando sobre un tepuy. La estructura, que se conoce como «La flor de Venezuela», fue trasladada al país en 2008, siendo instalada en Barquisimeto, estado Lara. En 2013, fue nombrada Patrimonio Cultural de Venezuela.
Entre sus últimas obras se cuenta La flor de los 4 elementos, en el Cuartel de la Montaña, en Caracas, sobre la que reposan los restos mortales del Comandante Hugo Chávez.
El arquitecto tachirense contribuyó con la Gran Misión Vivienda Venezuela, y diseñó un conjunto de apartamentos en Santa Rosa, ubicado en la avenida Libertador de Caracas, reseñó por su parte el Correo del Orinoco.
