Así van las investigaciones contra empresa que espió a Rafael Correa y a su familia por años
Las actividades de espionaje habrían comenzaron desde 2015, mientras aún estaba el frente de la jefatura de Estado,. Foto Internet
VEA / RT
Luego de que se revelara que sus dispositivos electrónicos –así como los de sus hijas– fueron espiados por el dueño de la empresa de seguridad Undercover Global SL, el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, expresó su «satisfacción» por la ausencia de alguna prueba que pueda ser usada en su contra.
«¿Cuál es la satisfacción que uno tiene? Nos ha espiado la CIA durante años. La computadora me la dio Undercover Global (UC Global SL) es decir, tenían total acceso a mi computadora, a mi teléfono; contrataron a empresas para investigar nuestras cuentas, nuestros movimientos financieros y migratorios, y, pese a todo eso, no les queda más que condenarnos ‘por influjo psíquico’, porque como somos gente de manos limpias, tienen que inventarse calumnias para acusarnos de algo», aseveró en declaraciones a RT.
El exmandatario sostuvo que las actividades de espionaje habrían comenzaron desde 2015, mientras aún estaba el frente de la jefatura de Estado, y se extendieron por ocho años.
Vigilancia extrema
El escándalo se destapó después de que la justicia española investigara a David Morales, un exmilitar dueño de la empresa de seguridad UC Global, SL, por espiar a Correa durante reuniones que mantuvo en 2018 con exmandatarios de Argentina, Brasil y Uruguay. Los informes habrían sido entregados a la CIA, reveló el diario El País.
El exmandatario lamentó haber confiado la seguridad de la embajada ecuatoriana en Londres a la empresa de seguridad española UC Global, entre 2007 y 2017. En esa sede diplomática se encontraba refugiado el fundador de Wikileaks, Julian Assange.
Correa también condenó que fuesen intervenidas las comunicaciones de sus hijas, que en ese momento eran menores de edad.
En la entrevista, sostuvo que en el Palacio Presidencial hubo reuniones para informar al entonces presidente Lenín Moreno, sobre todos sus movimientos financieros y migratorios. «Comenzaron a ofrecerle la información que se generaba ahí al expresidente Moreno, que la aceptó gustoso», puntualizó.
Interceptaciones a sus hijas
A su juicio, la maniobra de interceptar las conversaciones de sus hijas, Sofía y Anne, a través de unos teléfonos que les había dado la compañía española, era con la intención de hallar «algo ilícito, reñido con la moral», para extorsionarlo.
«Nunca van a encontrar eso en mis hijas, que son unas chicas magníficas. Entonces se quedaron con la frustración, pero solo el hecho demuestra que no tienen ni límites ni escrúpulos«, afirmó.
El líder latinoamericano manifestó que como «no se encontró nada», ahora quienes lo espiaron están enfrentando «problemas judiciales muy graves en España».
Al ser consultado sobre su confianza en la justicia española, dijo que era relativa y parcial, y recordó que Pablo Romero Quezada, secretario nacional de Inteligencia durante su gobierno, fue detenido en España y enviado Ecuador para su extradición, en 2020.
«Fue perseguido injustamente y pasó tres años preso, pero confiemos que esta vez la justicia actúe y llegue hasta las últimas consecuencias», concluyó.
