Civiles ucranianos denuncian asesinatos cometidos por batallón neonazi Azov

VEA / RT

Civiles de Mariúpol que no pudieron abandonar la ciudad relataron a RT cómo vivían bajo la amenaza constante del batallón neonazi Azov durante el bloqueo.

Una mujer, cuyo nombre no ha sido revelado, denunció que desde hace un mes los residentes locales estaban sin agua y pan, por lo que tenían que ir a un río para abastecerse «bajo los disparos».

«Los de Azov lo hicieron. El batallón o formación Azov vino y obligó a la gente a salir de sus casas, metiéndolos en los sótanos», denunció un ciudadano, que también reveló que los habitantes de la ciudad no se atrevían a «levantar la cabeza» por los disparos de los tanques y los francotiradores durante cuatro días. «La gente salía rogando ‘¡no disparen!’ pero les disparaban de todos modos«, lamentó. «Fue un asesinato, un asesinato, un vil asesinato de personas. Un genocidio«, resumió.

Asimismo, agregó «los rusos no estaban ni cerca» de Mariúpol. «No lo sé, no soy, por ejemplo, un político, pero el hecho es que los de Azov son los que hicieron esto, créanme», concluyó.

El 28 de marzo el Ministerio de Defensa de Rusia informó sobre el hallazgo, en zonas liberadas de la ciudad de Mariúpol, de varios cuerpos sin vida con signos de tortura y símbolos neonazis y esvásticas. Según el jefe del Centro de Gestión de la Defensa Nacional de Rusia, el coronel general Mijaíl Mizíntsev, los cadáveres fueron encontradas en sótanos de edificios de la ciudad, reseñó en esa oportunidad Telesur.

El Batallón Azov  se conformó en 2014, durante el golpe de Estado en Ucrania y los enfrentamientos entre el gobierno ucraniano y los rebeldes prorrusos del Donbás, y desde entonces ha ido ampliando su influencia hasta convertirse también en un movimiento político de ultraderecha. Esta agrupación tiene una ideología ultranacionalista blanca, con un marcado carácter militarista, antisemita y xenófobo.