Darío Vivas y su faceta de articulista en Diario Vea

VEA / Carlos Batatin

Darío Vivas nació en la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira, en 1950;  se caracterizó por su entrega y pasión con la Revolución Bolivariana. Quienes lo conocieron siempre lo vieron como un humilde servidor, transparente e incansable, y siempre con la gran capacidad para movilizar conciencias a favor del pueblo venezolano.

El 11 de junio de 2010 este diario publicó el artículo titulado Sin el pueblo nada, bajo su firma.

Dada si vigencia lo reproducimos seguidamente.

Sin el pueblo nada

La declaración de principios de nuestra organización fija como meta el socialismo bolivariano por lo que el partido será original,  propio, creativo y con un profundo sentimiento colectivista del ejercicio del poder, que busca construir una superestructura que sirva de soporte  al modelo económico socialista, orientado  y direccionando al mismo tiempo políticas congruentes con el sentido de identidad de nuestro pueblo y su historia  para la preservación de nuestra naturaleza. El partido se esforzará por formar a nuestros militantes en el pensamiento y acción de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, y rescatará con sentimiento crítico las experiencias históricas del socialismo, adoptando como guía el pensamiento y acción de revolucionarios y socialistas latinoamericanos y del mundo, como José Martí, Ernesto «Che» Guevara, José Carlos Mariátegui, Rosa Luxemburgo, Carlos Marx, Federico Engels, Vladímir Ilich Uliánov, alias Lenin; León Trotski, Antonio Gramsci, Mao Tse Tung, entre otros, que como el Comandante Hugo Chávez, han aportado a la lucha por la transformación social, por un mundo de equidad y de justicia social, su transformación social, sus experiencias humanas que tienen antecedentes remotos en la cosmovisión indio-afro-americana, el cristianismo, la teología de la liberación y el árbol de las tres raíces. Pero también  esa formación de militantes debe apoyarse en los aportes del socialismo científico como filosofía  de la praxis para el análisis crítico de la realidad que enfrentamos, en donde los valores del inhumano y despiadado capitalismo están aún arraigados como una marca de fábrica en el espíritu  y voluntad de los pueblos, debido al trabajo ideológico sembrado por años a través de los medios de difusión privados y al resto de instrumentos de dominación imperial:  la religión, la educación, la vestimenta, la música, la alimentación. Desmontar ese aparato de dominación ideológica, es nuestra primera tarea como revolucionarios. En ese sentido, el Socialismo Bolivariano  responderá a la praxis creadora, al libre ejercicio de la voluntad  y de los anhelos del pueblo venezolano. No será «copia ni calco», para usar la expresión de José Carlos Mariátegui, de ningún otro proyecto social, sino una creación de un pueblo llamado a hacer historia universal, desde la llegada del opresor y exterminador europeo en 1492. Nuestros  socialismo reconoce la diversidad de nuestros orígenes  y valora las raíces aborígenes, europeas y africanas  que dieron nacimiento a nuestra gran nación suramericana, concebida esta como antiimperialista y donde la propiedad social de la tierra sea la punta de lanza del enfrentamiento con los poderes oligárquicos.