El 27 febrero y la dignidad de un pueblo
La autora es presidenta de Fundalatin.
Eugenia Russian
Mientras el G20 se reúne en Brasil los días 21 y 22 de febrero con el lema: Construyendo un mundo justo y un planeta sostenible, encuentro donde se busca tocar temas como las crisis internacionales y como reformar los organismos multilaterales para lograr democracias más incluyentes y eficaces. Ante esta realidad la población venezolana conmemora los 35 años del Caracazo, rebelión popular frente a las medidas del FMI. En Caracas, la población se desbordó por unas medidas económicas firmadas en la carta de intención por el recientemente electo presidente Carlos Andrés Pérez. Aparecían los efectos visibles de la mano invisible del mercado ultraliberal.
Se sacudió la conciencia del militar formado en la frase de Bolívar: “maldito el soldado que dispare contra su pueblo”. Una sacudida de conciencia global que, luego de 35 años, alerta para que no vuelva a ocurrir. Y que la conflictividad social se trate democráticamente, alejada de la violencia, con justicia social, un camino ético de transformación superador de la cultura de la violencia, hacia la convivencia humana.
El pueblo mantiene vivo el legado del presidente Hugo Chávez Frías y valora el aporte, en defensa de los derechos de los más débiles, su formación como cadete y su vinculación popular fue una sacudida con la acción represiva durante el Caracazo 1989, como tránsito hacia una concepción ética de seguridad como corresponsabilidad cívico militar, en defensa de los derechos humanos y la paz.
Hoy, nuestra Patria sigue resistiendo ante las medidas coercitivas unilaterales e intenta construir caminos solidarios, con visión de seguridad defensora de los Derechos Humanos y de la Madre Tierra y con la ALBA- TCP, PETROCARIBE y CELAC renace la esperanza de los pueblos, en búsqueda de caminos democráticos socialistas con unidad en la diversidad.
