Néstor Rivero Pérez

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El 19 de agosto de 1821, hace doscientos años se escenificó en la Batalla de Yaguachi, en la Provincia de Guayas (Ecuador). La jornada enfrentó a mil doscientos efectivos de la División Protectora de Quito, el mando del General Antonio José de Sucre con las fuerzas realistas de mil soldados jefaturados por el coronel Francisco González.

Sucre al Sur

Al prócer cumanés no se le vio en la Campaña de Carabobo de 1821. Y la razón es que en enero de ese mismo año el Libertador Simón Bolívar, quien ya había trazado y dado los primeros pasos para la liberación del Sur de la Gran Colombia -de la cual formaba parte el Ecuador-, lo envió como jefe de las tropas que al mando del venezolano Manuel Valdez se encontraban entre Popayán y Pasto, combatiendo a los realistas. Para entonces Bolívar había percibido el genio estratégico, disciplina, constancia y valor de Antonio José de Sucre. Así, con instrucciones de reforzar la decisión de Guayaquil de declararse independiente de España y dispuesto a captar la voluntad del estratégico puerto suramericano para incorporarse a la Gran Colombia, el Libertador instruye a Sucre que haga presencia con su tropa división en calidad de “División Protectora”, al tanto que él daba culminación a la guerra en Venezuela con la jornada de Carabobo del 24 de junio de 1821, aprestándose de seguidas a marchar al sur y ponerse al frente de la campaña. Y Sucre era su mejor lugarteniente para proyectos que concebían la independencia suramericana hasta el Potosí.

Un tramo hacia Quito

De este modo tras su arribo por vía marítima a Guayaquil, en abril de aquel año, el General Sucre se dispone a marchar hacia Quito, prevenido de que en el trayecto habrá de dar combate a un enemigo que domina todavía más de la mitad del territorio ecuatoriano. Así, ubicada Yaguachi dentro de la provincia de Guayas, entre Guayaquil y Quito, el control de dicho sitio permitió a Sucre despejar un nuevo tramo en su avance hacia Quito, en medio de graves obstáculos. El futuro Gran Mariscal habría de enfrentar en meses siguientes nuevos retos que incluirían su revés en Guachi en septiembre y la subsiguiente reorganización de sus tropas para dar en mayo de 1822 la definitiva jornada de Pichincha la cual, junto a la Batalla de Bomboná dirigida por el Libertador Simón Bolívar pocos días antes, dio su Independencia absoluta al Ecuador.

Significado de la jornada

Aunque Guayaquil había proclamado su emancipación frente a la Corona, su defensa militar encontraba serias dificultades por adolecer la ciudad de una fuerza militar propia. Así, llegada del General Sucre y su posterior triunfo de Yaguachi, constituyeron un aporte crucial ante las amenazas que rodeaban la urbe, puesto que desde Quito, el jefe español Aymerich mantenía firme control del territorio, al tanto que partidas realistas podían atacar Guayaquil en cualquier momento, y de otra parte la entrada de Sucre aseguró la opinión de la ciudad-puerto a favor de la causa republicana. En todo caso, se trataba de una campaña con dificultades, puesto que la división grancolombiana al mando de Sucre se adentraba a regiones donde los enemigos poseían aún fuerte arraigo, y se requería proceder con tacto y celeridad, cualidades propias del futuro Gran Mariscal.

El Niño-Héroe

La historia ha recogido la actuación en Yaguachi de Abdón Calderón, ecuatoriano de 17 años, cuyo ardor en el encuentro le hizo víctima de 17 heridas. A las cuales pudo sobrevivir hasta llegar a Pichincha en mayo siguiente. En esta última jornada Calderón recibió dos heridas de las cuales no logró salvarse. Sin embargo, en Yaguachi él no fue el único imberbe que intervino: otro de sus compañeros de armas “lo igualó en valentía y lo superó en juventud” (https://theworldnews.net/ec). Se trata de José Ariza Mateus, de catorce años y quien dio cara al enemigo “a pie junto a sus compañeros de la Compañía de Cazadores del Batallón Santander. José Ariza era un ‘aspirante’ -equivalente al actual cadete-” (ibídem). Patriotismo que no debió nacer en forma repentina, sino que le fue sembrado en su corazón desde pequeño.

Sinóptico

 

1953

Mosaddeq y el petróleo iraní

Este día fue derrocado el primer ministro iraní Mohammad Mosaddeq, quien dos años antes había nacionalizado la compañía Anglo-Persian Oil Company. En 1941, y en el marco de la II Guerra Mundial, el antiguo Sha de Persia se vio depuesto, y reemplazado por su hijo Mohammed Reza Pahlevi, como nuevo Sha. Sin embargo, al concluir las hostilidades se inicia dentro de Irán un poderoso movimiento nacionalista con componentes políticos, culturales y religiosos, promovió la nacionalización del petróleo.  Un golpe de Estado, bajo la coordinación de la embajada de EEUU en Teherán y que prohijará la reinstalación del régimen absolutista del Sha de Irán, derrocó a Mosaddeq un día como hoy, retornando las anteriores condiciones de entrega neocolonial de soberanía en la explotación y comercio de los hidrocarburos de la nación farsi, hasta que en 1978 de inicio la Revolución Islámica.

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