Alberto Vargas

@albertovargas30

La Constitución de 1999 es abundante y absoluta en materia de derechos humanos; son preeminentes los derechos fundamentales e incluye la justicia social. Es un documento que se traduce en una suerte de Carta de Libertad del oprimido y del humillado.

Su articulado vivifica los largos y animados debates del constituyentista, durante los cuales se estudió cada palabra, cada frase y cada artículo, que definen con precisión los límites de los poderes públicos que no deben en ningún caso violar en su trato con los gobernados, al tiempo que proclama con claridad y exactitud que los derechos de las personas deben estar protegidos por el imperio de la ley.

La Constitución de 1961, en lo que respecta a los derechos humanos, solo se ocupó en un solo artículo (50) en esta capital materia; por tanto, hay que rechazar  de plano la pretensión de un retorno a la Constitución de 1961.

El contrarrevolucionario pretende hacer regresar a la animalidad al pueblo de Venezuela, que con la Constitución de 1999 conquistó el derecho a su condición humana.

Al entrar en vigencia la Constitución de 1999, esta Carta se convirtió en la definición más ampliamente aceptada de los derechos humanos que corresponden a todos y a todas, sin exclusiones ni discriminación alguna del pueblo de Venezuela.

Por primera vez en la historia de esta patria, con 26 o 27 constituciones, está en vigencia un amplio menú de derechos fundamentales con carácter progresivo, integradores e indivisibles, convirtiéndose así en el punto clave del Poder Popular y en el de la “contrahegemonía” del neocolonialismo de la oligarquía. Recordemos que la burguesía históricamente ha sido contraria a los derechos humanos; niegan su vigencia si no se está en su óptica.

Por eso la Constitución Bolivariana es la Carta del oprimido y del humillado. Por tanto, hay que hacerla prevalecer en todo tiempo y lugar. Es un Texto Fundamental que no guarda relación con constituciones de regímenes que se ufanan de “democráticos”, y violan a diestra y siniestra los derechos humanos… Ahí está EE.UU., Colombia y cuatro hojas más de etcéteras.

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