Néstor Rivero Pérez

El 30 de junio de 1819, hace 202 años, el Libertador Simón Bolívar, tras un recorrido de más de seiscientos kilómetros al frente del Ejército Republicano, llegó a la población de Tame, al pie de la Cordillera de los Andes, para disponerse a cruzar el Páramo de Pisba con miras a colocarse en los valles centrales neogranadinos e iniciar la Campaña de Nueva Granada contra las tropas realistas que por entonces dominaban el Virreinato.

De Angostura a El Setenta

El grueso de las fuerzas independientes venía marchando desde Angostura (hoy Ciudad Bolívar); y tras reunirse en San Juan de Payara con la caballería de José Antonio Páez, se mantuvo entre abril y mayo en el Bajo Apure, hasta aproximase a Achaguas, percatándose allí el Libertador que luego de la jornada de las Queseras del Medio el realista Pablo Morillo se repliega con destino a Calabozo. Así Bolívar llama a junta de guerra el 26 de mayo en el caserío El Setenta, proponiendo llevar la guerra a Nueva Granada para, mediante la sorpresa, libertar dicho país. Algunos oficiales se sorprendieron por la audacia del proyecto, empero todos asintieron con la esperanza del triunfo.

La Batalla de Pisba

Para la victoria final de los republicanos, la cual habría de tener lugar en el Puente de Boyacá, resultaba decisivo el cruce de la Cordillera de los Andes por una vía con escasa o ninguna vigilancia de parte de los españoles. De las tres vías, la Salina de Chita, Labranza Grande y el Páramo de Pisba, las dos primeras se hallaban fuertemente custodiadas. En cambio el acceso por el Páramo de Pisba carecía de vigilancia por su altura, que en algunos puntos alcanza los 3.900 metros y cuya temperatura durante algunos lapsos desciende a cinco grados (5°) centígrados, algo inusual para personas de zona caliente. Así, los jefes españoles descartaban dicha vía como opción de tránsito para el ejército patriota, y ello les indujo a descartar su vigilancia, puesto que lucía imposible que ninguna tropa osase tomar ese camino. Y fue lo que hizo Bolívar. El sufrimiento de los llaneros, desacostumbrados al clima frío y en muchos casos protegidos en sus marchas solo por la cobija o un único guayuco, constituyó una batalla contra el clima no menos heroica que las que días después habrían de librar en Gámeza, Pantano de Vargas y Boyacá. Decenas de llaneros no lograron sobrevivir al rigor del clima.

Campaña de dos meses

La Campaña de Nueva Granada se desarrolló entre junio y agosto de 1819. Y justamente lo sorpresivo y breve de la misma, se debió al hecho de que el jefe español José María Barreiro no creía que Bolívar en persona penetrase en Nueva Granada. La presteza que este último imprimió a sus movimientos, fue determinante en el éxito de una campaña que en menos de dos meses dio su independencia a la actual República de Colombia.

Hitos de la campaña

Entre otros hitos de la Campaña destacan el arribo a Socha, tras el descenso del Páramo de Pisba y primer pueblo adonde llegan los patriotas, entre el 5 y el 6 de julio. El 7, según Daniel F. O´Leary, las avanzadas patriotas toman los Corrales de Bonza, donde el día 10 se da una escaramuza. El día 11 los republicanos vencen a Barreiro en Gámeza. El 20 de julio ambas fuerzas se avistan en Molinos de Bonza, sin combatir, empero es significativo que la iniciativa de los desplazamientos está en manos de Bolívar. El 25 se escenifica el cruento combate de Pantano de Vargas, donde Barreiro es derrotado. El 5 de agosto, Bolívar toma Tunja, abandonada por Barreiro; este busca asegurar el paso de Boyacá que le conecte con Santa Fe de Bogotá. Dos días después, el 7 de agosto de 1819, se celebra la histórica Batalla de Boyacá que da su independencia a Nueva Granada. Bolívar entrará en Bogotá la tarde del 10 de agosto, luego de recorrer unos quinientos kilómetros que le separaban del Puente de Boyacá.

Sinóptico

1909

Juan Bosch

Este día nació en La Vega (República Dominicana), Juan Bosch, escritor, político antiimperialista y activo latinoamericanista, quien en 1963 resultó el primer presidente electo por el pueblo dominicano en libres comicios. Bosch adelantó una administración de profundas reformas sociales y políticas y la reforma agraria, que le acarreó la animadversión de los sectores conservadores de las clases altas y del Ejército, siendo derrocado a los 7 meses. Su paso a la adultez coincidió con el inicio de la larga dictadura del megalómano Rafael Leonidas Trujillo (Chapita). Bosch fue autor de una extensa obra escrita. Y del mismo modo que Benito Juárez, en México; Rómulo Gallegos, en Venezuela, y Jorge Eliécer Gaitán, en Colombia, dieron el vuelco del bufete o la cátedra a la controversia por el poder político, Bosch comprendió, a partir de una íntima convicción humanista, que él debía dar su contribución a las reformas y progresos de su país, adentrándose en la arena militante. Así, dijo: “La finalidad de las revoluciones no es destruir; es convertir un sistema económico y social en otro más justo”.

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