Néstor Rivero Pérez

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El 30 de agosto de 1822 el Libertador Simón Bolívar, desde Guayaquil y en el marco de las Campañas del Sur y liberación de Pasto, envía misiva a Pedro Briceño Méndez Pumar, secretario de Guerra y Marina de la Gran Colombia, instándole a desistir de su propósito de renunciar al Ministerio, desde el cual brindaba una gran cooperación a los proyectos del héroe caraqueño.

Mesura

Desde que el Libertador Simón Bolívar conoció a Pedro Briceño Méndez en marzo de 1813, al inicio de la Campaña Admirable que concluyó con la toma de Caracas el 6 de agosto, le tomó gran confianza. Briceño Méndez, oriundo de Barinas y cuyo padre y hermanos se distinguieron como patriotas desde 1810, fue designado por el héroe caraqueño como su secretario; y le acompañó con tal carácter los siguientes años en exilios y nuevas campañas. Sus dotes de administrador y mesura le granjearon confianza como para ejercer de Secretario de Guerra y Marina de la Gran Colombia, entre 1820 y 1825.

Exhorto de Bolívar

En agosto de 1822, al tanto el Libertador de la voluntad de José de San Martín, Protector de Perú, de renunciar al poder tras su regreso de Guayaquil a Lima, comprendía que en algún momento debía pasar a la nación inca a dirigir la contienda contra los españoles; por ello resultaba valiosa la presencia de Briceño Méndez en la Secretaría de Guerra y Marina de la Gran Colombia. Así le escribe: “(…) me han asegurado que Ud pensaba dejar el Ministerio… sentiré mucho la separación de Ud (…) Ud tiene la más grande aptitud en los negocios públicos (…) la moderación, la prudencia y la bondad guían sus pasos”. Tres años después, con motivo de la boda de Briceño con su sobrina Benigna Palacios Bolívar, el héroe caraqueño le escribe: “Vea Ud. lo que necesita y lo que pueda gastar en su enlace, que yo lo mandaré a pagar con mis apoderados. Tendré que pasar por el dolor de girar contra el Tesoro Público, porque actualmente no tengo un peso de qué disponer”.

Enseñanzas de Bolívar

La amistad y confianza entre el Libertador y Pedro Briceño Méndez acaso solo la iguale la que el héroe caraqueño sostuvo con Antonio José de Sucre. Así, el 23 de diciembre de aquel año, en contestación al Libertador, Briceño Méndez recién casado, le dice: “Si el objeto de Ud era cederme alguna parte de… dinero, ¿no me ha dicho Ud cien mil veces que no debe darse lugar a que se atribuya a interés pecuniario ninguna acción notable de la vida? ¿No me ha mostrado que se puede vivir con frugalidad y con honor? ¿Y no me ha dado una mujer virtuosa que… sabe también, como yo, acomodarse a las circunstancias?”

Diplomático
En 1820, al lado del futuro Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, y Gabriel José Pérez, Pedro Briceño Méndez integró la delegación republicana que habrá de redactar con los representantes realistas, el Armisticio y el Tratado de Regularización de la Guerra, que serán refrendados por el Libertador y el general Pablo Morillo, jefe del Ejército Expedicionario, el 26 de noviembre de ese año.
Posteriormente, en 1825 formó junto a Pedro Gual, la delegación de la Gran Colombia ante el “Congreso de las Repúblicas Americanas”, como entonces se denominaba al Congreso Anfictiónico de Panamá, que se reuniría entre junio y agosto de 1826.

Cosiata
En noviembre de 1826, cuando viajaba de La Guaira a Bogotá, Briceño Méndez se ve forzado a detenerse en Puerto Cabello, cuando la oficialidad bolivariana del Castillo, repeliendo el movimiento separatista de la Cosiata, encabezado por José Antonio Páez, le ofrece el mando de la plaza. Briceño califica dicha circunstancia como: “Un concurso de accidentes que parecen dispuestos por la Providencia para salvar la República”. Y el afortunado hecho brinda al Libertador un punto de apoyo para acercarse al centro de la República y forzar desde allí una negociación con el general Páez, evitándose así la guerra civil entre centralistas y separatistas. Pedro Briceño Méndez murió en Curazao, el 5 de diciembre de 1835.


Sinópticos

Día de las Víctimas de Desapariciones Forzadas

Esta fecha recuerda a las personas reportadas como desaparecidas y su propósito es “exigir verdad, justicia”. Y busca dar apoyo a los familiares que luchan por encontrar a sus seres queridos. En la actualidad hay cerca de unos 43 mil casos de desapariciones en estudio en el mundo, según informe del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de la ONU.

1558
Murió Carlos V

Este poderoso monarca, nieto de los Reyes Católicos y quien llegó a decir en un momento de lujuriosa ostentación: “En mis dominios no se pone el sol”, murió en el monasterio de Yuste (España) en 1558.

1821
Constitución de Cúcuta

Este día quedó aprobada por el Congreso General de Cúcuta, la Constitución de la Gran Colombia, consagrando la unidad de Venezuela, Nueva Granada y Ecuador. Esta decisión constituye antecedente de la integración que hoy retoma el ALBA y TCP-Petrocaribe, entre otros.

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