¿Por qué es necesario un consejo comunal?
El autor es periodista y docente.
Pedro Estacio
@Urgentess
Hay gente que sigue perdida y no en el espacio, sino en las incongruencias de su cerebro, impidiendo que las neuronas puedan hacer su trabajo, es decir, facilitar la sinapsis y nos conduzcan hacia el buen sentido.
No escribo algo extraordinario, solo sentido común. Juntas parroquiales, asociaciones vecinales, clubes, frentes, grupos, consejos, y esta vez de comunidades, pero que suelen ser constituidos para otras cosas. Al final, son reuniones de personas con fines que le son comunes a sus integrantes. ¡No hay nada nuevo en esto, solo que esta vez los denominamos consejos comunales!
Y un consejo comunal reúne a un grupo de vecinos, de quienes se espera se reúnan, se pongan de acuerdo para alcanzar objetivos que los beneficien de la mejor manera, más organizados y con el apoyo de un gobierno que apuesta a que las personas se organicen y englobe en un sistema todo el quehacer de una comunidad.
Por eso es importante, vital diría yo, que hagan su censo y conozcan a todos quienes integran el consejo y las características de ese grupo amplísimo de personas que lo constituyen.
Quienes tienen sus incongruencias y sus cerebros retorcidos no pueden seguir pensando que es importante montar un cc (consejo comunal) porque el Estado va a soltar dinero y hay que meterse en eso, porque ya sabemos que es simple y llana corrupción.
Sus directivos deben orientarse hacia el beneficio de la comunidad que los agrupa, de sus miembros, y comenzar con un censo que les permita conocer cuántas mujeres y hombres habitan en la comunidad, sus edades, su instrucción, su formación profesional, las personas mayores, las enfermedades que aquejan tanto a los mayores como a los pequeños, las personas con discapacidad, la consecución de las medicinas, quienes practican deporte, qué clase de deportes; si las viviendas en las que habitan se encuentran en buenas condiciones, quienes tienen empleo y quienes carecen del mismo, quienes son creadores y poseen habilidades en las más distintas áreas.
Además, en dicho censo, sus directivos deben incluir lo relativo a todos los servicios públicos, cómo vienen funcionando, si la electricidad falla, el agua, el transporte, teléfono, internet, suministro de gas, seguridad, recreación y mejoras ambientales, entre las que destaca el control de todo tipo de sonido, ruido, que afecte a la comunidad.
Esa información, y hasta una mayor, es la que permite que los directivos de cualquier consejo comunal puedan elaborar los proyectos fundamentales que les permitan solventar las variadas deficiencias en la comunidad. Esos son la base para los proyectos, no aquellos que faciliten o procuren el beneficio de individualidades, porque es obvio que ello ha sucedido y que las comunidades saben muy bien de qué manera han sido afectados.
Es necesario decir que el hecho de que algunas personas se hayan beneficiado, es decir, se hayan ido con la cabuya enredada en las patas, no significa, en modo alguno, que los consejos comunales no tengan valor, pues el valor se los conceden quienes los constituyen.
