VEA / Carlos Batatin

Tras la investigación emprendida en torno al restaurante Criafama, cuyo propietario prohibió la permanencia del ciudadano afrodescendiente James Lakay, el día sábado 05 de agosto, el Instituto Nacional Contra la Discriminación Racial, Incodir, recomienda que el autor de la orden sea sancionado penalmente por haber incurrido en el delito de racismo.

Tal consideración la expresó de manera exclusiva para Diario VEA el presidente de Incodir, Jesús Escobar, especificando, «bajo una aparente figura de la vestimenta muy ligera que utilizaba, en ese momento, le pidieron que desalojara el local».

Argumentó que en el territorio nacional la ley establece la privación de libertad entre uno (1) a tres (3) años de prisión cuando se trata de personas naturales y con elementos agravantes cuando son más de dos (2) personas o contra algún funcionario público.

También indicó que “en el caso de los locales comerciales, por supuesto, la pena es pecuniaria…» pero, además «…sobre quien dio la instrucción recae privación de libertad».

¿Eso implica que el dueño de ese negocio podría ir a la cárcel?

Por supuesto. Somos un órgano auxiliar de justicia y no es nuestra institución la que tiene la decisión final. No obstante, hacemos esa recomendación por la manera tan agravante por cómo se actuó contra la víctima y, sobre todo, solicitándole que se retirara del local de forma injustificada sólo porque es una persona de color, como le llaman algunos, aunque nosotros hablamos de afrodescendiente, hablamos de negros y hablamos de negras.

Sobre este hecho ¿el victimario o dueño del local está consciente de que podría ser encarcelado?

-Este martes (8 de agosto) fue informado sobre esa posibilidad conforme al articulado de la ley. Otra cosa, y que además es de uso obligatorio, es que en ese establecimiento no estaba presente el cartel que debe indicar que está prohibido todo acto de discriminación racial. No exhibirlo también es un delito y penado por la ley.

Acto racial

Se trata de Douny James Saul, mejor conocido como James Lakay, quien denunció ese mismo día sábado, vía redes digitales, haber sido víctima de trato discriminatorio en el referido restaurante ubicado en Altamira, municipio Chacao, estado Miranda.

Fue invitado por unos amigos a ese lugar. Se encontraba vestido con franelilla y short, y aunque otros clientes lucían igual indumentaria solamente a Lakay se le prohibió mantenerse en el restaurante Criafama.

Escobar también ejerce funciones como director general del Observatorio Venezolano de Seguridad Ciudadana del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y expresa, “curiosamente otras personas andaban vestidas de la misma manera (inadecuada según argumento del recinto) pero con tez blanca, estaban allí, y a ninguna se le dijo algo similar”.

De acuerdo con su experiencia, “situaciones similares suelen verse y ocurrir en discotecas, restaurantes y otros lugares públicos, pero por tener la piel blanca son consideradas superiores, entre comillas, a aquellas que tienen la tez oscura”.

Detalla el entrevistado que James Lakay “acudió a nuestra sede y formalizó su denuncia. Fuimos al mencionado local a las 2: 30 pm y logramos dialogar con su propietario, cuya representación legal, al principio, se mostró muy predispuesta”.

Narra que la visita se efectuó en compañía de efectivos adscritos a la policía comunal. “Nos atendieron aunque al comienzo había cierta resistencia pero luego comenzó a fluir el diálogo”. Acotó que durante la conversación sólo hicieron referencia al tipo de ropa que usaba el denunciante.

https://twitter.com/IncodirVzla/status/1688753324625924097

Al centrarnos en este caso ¿cuál es su opinión sobre el tratamiento que los distintos medios de comunicación le dieron a lo ocurrido?

-En términos comunicacionales lamentablemente también hay una tilde ideológica que en muchas oportunidades desvirtúa la noticia.  Quienes lo hacen, estos llamados palangristas, justamente plantearon el caso, incluso distorsionándolo, en el sentido de señalar que andaba buscando un mayor reconocimiento de las redes sociales, que estaba haciendo bulla para ganar más seguidores y cosas por el estilo. Por ejemplo, igualmente afirmaron que estaba victimizándose, sin que ninguno de esos medios reconociera lo ocurrido, lo cual también es racismo. Es la manera de cómo yo opino con respecto a otro con el propósito de minimizarlo, desvirtuando su forma de actuar o de la situación en que ha sido víctima. Todo esto también forma parte del problema.

De acuerdo con las cifras que maneja su despacho ¿se ha incrementado el racismo en el país?

-Nuestra más reciente encuesta nacional, el año pasado, sobre discriminación racial nos indica que tres (3) de cada cuatro (4) venezolanos considera que existe racismo o discriminación racial en el país.

Agregó, “ya estamos trabajando en otro sondeo de opinión a fin de conocer y darle mayor fortaleza a lo que es el Congreso de la Nueva Época Capítulo Afrodescendiente. Todo esto con la intención de que la persona se autorreconozca como afrodescendiente para darle así un sentido político necesario para que se asuma como afrodescendiente y vele por sus derechos».

¿Cuántas denuncias han recibido?

Estamos elaborando un expediente que será presentado al ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz para que conozca el monitoreo que hacemos desde la institución a propósito del comportamiento de las denuncias y en este sentido fortalecer el trabajo de calle, en las escuelas, y en otras instituciones.

-¿El total de denuncias será significativo?

No puedo referirme a ningún número pero son significativos.

¿Usted ha sido víctima de discriminación racial?

Desafortunadamente sí. En dos oportunidades me ha ocurrido y ocupando el cargo de presidente del Instituto Nacional Contra la Discriminación Racial. Uno de esos ataques se me presentó con un parquero de un centro comercial ubicado en la avenida Casanova. Yo le comenté a esa persona que dejaría mi carro en una de las calles para hacer algunas compras en un local que estaba al frente.

¿Qué le ocurrió en ese momento?

Manifestó que esa calle no era estacionamiento y otra serie de cosas. También me dijo una palabra que no me atrevo a mencionarla. Sin embargo, me llamó negro con clara connotación peyorativa, con una conducta racista declarada.

¿Cuál fue su respuesta al sentirse atacado?

De inmediato hablé con el  dueño del local y le pedí a nuestro personal, como procedimiento ordinario establecido en nuestra institución, que procedieran actuando en convivencia con el propietario, quien me escuchó claramente y atendió al llamado. Logramos dar cursos a todos los trabajadores de ese lugar.

El Ministerio Público designó a fiscal a objeto de investigar lo sucedido.

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