Prohíben portar armas de fuego durante investidura de Lula

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

El Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) determinó suspender temporalmente desde el miércoles 28 de diciembre hasta el lunes 2 de enero, el permiso para portar y transportar armas en el Distrito Federal, para garantizar la seguridad del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, quien asumirá el poder el primer día de 2023. La decisión la dio a conocer el organismo a través de su cuenta en la red social Twiiter.

«El ministro Alexandre de Moraes determinó la suspensión temporal del porte de armas de fuego en el Distrito Federal a partir de las 18:00 horas de este miércoles (28/12). La determinación se produjo a pedido de la Policía Federal y tiene vigencia hasta el 2 de enero», dice el mensaje reflejado en la referida red social.

La decisión se extiende al transporte de armas y municiones por parte de coleccionistas, tiradores y cazadores. «El ministro afirma que quien no respete la suspensión temporal será considerado en flagrante delito por porte ilegal de arma», reza el Supremo Tribunal de Brasil en otro mensaje.

«La decisión no aplica a los miembros de las Fuerzas Armadas, miembros del Sistema Único de Seguridad Pública, miembros de la Policía Legislativa y Judicial, empresas de seguridad privada y transporte de efectivo constituidas», agrega el texto.

La decisión se produjo tras un pedido del equipo del mandatario electo, que expresó sus preocupaciones por la seguridad de Lula y de quienes participarán en los actos en Brasilia (capital), ante las acciones violentas que vienen protagonizando seguidores del mandatario saliente Jair Bolsonaro.

La decisión de Moraes fue celebrada por  el futuro ministro de Justicia, Flavio Dino, quien compartió parte de la medida en su cuenta en la red social Twitter, con el mensaje: «Parte importante de la decisión del ministro Alexandre de Moraes, quien respondió a nuestra solicitud de suspensión temporal de la tenencia de armas de fuego en el Distrito Federal, con el objetivo de mayor seguridad durante la asunción del presidente Lula. Las personas que eventualmente incumplan serán arrestadas in fraganti«.

El sábado 24 de diciembre la Policía de Brasilia desactivó un artefacto explosivo ubicado dentro de un camión de combustible en la vía al Aeropuerto Internacional Presidente Juscelino Kubitschek, de esa ciudad. El detenido fue identificado como George Washington de Oliveira Sousa, de 54 años, un seguidor de Bolsonaro. El objetivo del detenido, según Gazeta do Povo, era «llamar la atención para el movimiento a favor del presidente Bolsonaro» y causar un «tumulto» en Brasilia, reseñaba en esa oportunidad RT.

Según afirmó el empresario de 54 años, también había planeado poner explosivos en la subestación eléctrica de Taguatinga, en el Distrito Federal, para «provocar la intervención de las Fuerzas Armadas y el decreto del estado de sitio». Su propósito era impedir la investidura de líder del Partido de los Trabajadores (PT).

La ceremonia de cambio de mando que no contará con la presencia de Bolsonaro, «ocurrirá en paz», mientras que «el combate a terroristas y matones será intensificado», en un contexto político donde «la democracia venció y vencerá», dijo el 25 de diciembre, en su cuenta en la red social Twitter, el próximo ministro de Seguridad de Brasil.

Este jueves 29 de diciembre indicó en la misma red social, que «las acciones policiales en curso apuntan a garantizar el estado de derecho, en la dimensión fundamental de proteger la vida y la propiedad. Los motivos políticos no legitiman incendios, ataques a la sede de la Policía Federal, depredaciones, bombas. La libertad de expresión no cubre el terrorismo».

Los actos de violencia previa a la posesión de Lula Da Silva se vienen registrando desde que se conocieron los resultados de la segunda vuelta electoral, el pasado 30 de octubre. En esa oportunidad y durante varios días, los seguidores de Bolsonaro obstaculizaron las principales vías del país. Las despejaron tras una orden judicial del ministro Supremo del Tribunal de Brasil.