Pedro Estacio
@urgentess

Las visiones, esas intuiciones que han tenido esos latinoamericanos luchadores por la emancipación de sus regiones del yugo imperial de España, siempre han estado por encima del espíritu humano que nos caracteriza y que hacen volar nuestros pensamientos hacia esas inmensas posibilidades que han existido siempre en nuestra raza predecesora y que en el tiempo han amalgamado sangre de blancos, indígenas y negros para crear la actual raza mágica de hoy.

El tiempo actual es válido para recordar al Libertador Simón Bolívar, quien en una famosa y muy difundida carta que le escribe al maestro Simón Rodríguez, a propósito de su retorno a América, deja realmente claro cuál era la visión que tenía el inmortal caraqueño sobre la Europa de aquel tiempo:

“Ud. no ha visto en ese mundo caduco mas que las reliquias y los desechos de la próvida Madre; allá está encorvada con el peso de los años, de las enfermedades y del hábito pestífero de los hombres; aquí está doncella, inmaculada, hermosa, adornada por la mano misma del Creador”.

Hace un par de siglos, tanto el Libertador como su maestro Simón Rodríguez y otros intelectuales, siempre tuvieron sus puntos de vista acerca de los europeos y que, a propósito de las circunstancias actuales en las que piensan y se atreven a sancionar a los venezolanos, es bueno recordárselos.

Decía Samuel Robinson, nombre que adoptó el Maestro del Libertador, que “La codicia de los europeos destinó, la América a ser el lugar en que se han de reunir las tres razas de hombres conocidas, cruzarse y producir una sola. Mientras se estén fundiendo unas en otras, habrá una preferencia de números y ninguna será mejor; cualquiera será la primera, según se empiece a contar, hasta que una merezca la primacía por su saber. La ignorancia reduce al hombre a la esclavitud; instruyéndose, el esclavo será libre”.

Los venezolanos somos uno solo, nos hemos constituido partiendo del blanco, el indígena y el africano. El tiempo, las circunstancias políticas, militares y sociales junto al saber nos identiifican y por eso tenemos una inmensa y pletórica historia, inolvidable que ha dejado huellas en la humanidad y muy en especial por ser tenazmente libre y soberana.

Concluyamos entonces este artículo de la recopilación que hizo mi fallecido profesor Alfonso Rumazo González, con otro punto de vista del maestro del Libertador, Simón Rodríguez, quien en Sociedades Americanas 1828, escribió:

“Dos gobiernos no pueden simpatizar si los dos pueblos no simpatizan y esto se está viendo.Los gobiernos de América no pueden simpatizar con los de Europa, porque los pueblos americanos en nada se parecen a los europeos”.

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