Néstor Rivero Pérez

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El 17 de agosto de 1814 se libró la batalla de Aragua de Barcelona, la acción de armas más cruenta y con mayor número de víctimas fatales de la Guerra de Independencia y de toda la historia de Venezuela.

Cinco mil muertos

De acuerdo a Vicente Lecuna, en la violenta refriega y luego del acuchillamiento ordenado por el realista Francisco Tomás Morales, vencedor del día, allí “murieron 3.700 patriotas entre soldados y civiles” (Crónica razonada de las Guerras de Bolívar). Y al luctuoso saldo debe sumarse “1.011 soldados realistas”. Y además, de quienes rindieron su vida en la jornada, otros fallecieron en días
subsiguientes como resultado de las heridas recibidas.

Guerra a Muerte

En 1814 eclosionó en todo su volcánico ímpetu el profundo desajuste que caracterizó el orden social de trescientos años de coloniaje, castas y esclavitud; aunado a ello el código de supersticiones y
veneración de las clases humildes condenadas al analfabetismo, hacia la figura del rey de España. Tal será el cuadro que eclosione al momento en que, con la caída de la I República se pierda toda noción
tradicional de autoridad y se disloque el control de las clases poseyentes sobre el grueso de los sectores sometidos.

A lanza y machete

Los desheredados y analfabetas, esclavos, peones y artesanos que se enrolaron en la Guerra a Muerte siguiendo a José Tomás Boves y  a Francisco Tomás Morales, veían por entonces al amo republicano, no
como compatriota, sino como sojuzgador y “amo”, precisamente. Con el caudillo asturiano sintieron que ellos eran los ciudadanos, y que en sus manos estaba ahora el látigo y el grillete con que se les había
ceñido al cepo de la hacienda. De allí el desenfreno en el uso de lanzas y machetes contra los rendidos, como se manifestó en la batalla de Aragua de Barcelona.

Dos planes de defensa

José Francisco Bermúdez, valeroso como ninguno en el combate, concibió el plan de “esperar al enemigo dentro de la plaza, y al efecto construyó parapetos y trincheras alrededor de la parte central de la villa”. El
Libertador, por su parte, al llegar expresó desacuerdo con tal proyecto, viendo el peligro que representaba para los patriotas ser rodeados y aniquilados por un enemigo numéricamente superior, dentro de un lugar cerrado y con limitadas municiones. Existiendo para la época frente al poblado, un
bosque con ancho boquete que constituía la principal entrada a la localidad y vías más reducidas, Bolívar recomendó organizar la defensa “situando la artillería y tropa en estos boquetes o claros en el
bosque, y mantener las restantes (tropas) en reserva” De este modo el enemigo solo podría desplegar una parte de sus fuerzas, y los patriotas librar el combate con posibilidad de victoria. No le
escucharon. Todos querían ser jefes.

Carnicería en el templo

Tratando de quitar un cañón al enemigo cae Francisco Carbajal, el “Tigre Encaramado”, jefe de caballería patriota. J. Trinidad Morán escribió: “toda la infantería murió (…) Allí murió la República por segunda vez a manos de los terribles Boves y Morales”. Y el realista  José Domingo Díaz recuerda: “Todo pereció. Solo en la Iglesia parroquialquedaron degollados más de cuatrocientas personas, hasta sobre los altares.

Todo el batallón de Caracas quedó tendido hasta el último soldado. Los soldados de [F. Tomás] Morales, iban con sus lanzas y machetes rematando a los heridos que pedían misericordia, ‘asesinando y degollando’, según las mismas palabras de Morales”.

 

Sinópticos
1811
Ley de abolición de la tortura

El Congreso de la Primera República dictó una Ley que abolía la  tortura, definiéndola como práctica perteneciente a los “gobiernos feudales”. La normativa, si bien sería desconocida al año siguiente
por las autoridades realistas que -con Domingo Monteverde a la cabeza- dieron al traste con el primer Estado independiente constituido en territorio venezolano representa, dicha Ley, antecedente crucial en el historial de derechos humanos y las doctrinas que consagran la dignidad de las personas naturales en circunstancias de privación de libertad.

1850
Murió José de San Martín

El Libertador de Chile y Protector de Perú era nativo de Yapeyú (Argentina). Pocos hombres públicos pueden exhibir una trayectoria tan  limpia en la historia de América: Habiendo alcanzado la máxima gloria
militar en batallas decisivas, renunció en su momento estelar en el Río de la Plata, a asumir el poder político. En 1822 se entrevistó en Guayaquil con el Libertador Simón Bolívar.

 1941
Murió Rabingranah Tagore

Oriundo de Calcuta (India) el vate, filósofo, dramaturgo, músico y novelista, fue el primer escritor no europeo en recibir, en 1913, el premio Nobel. Tagore revolucionó la literatura bengalí. Sabio y reformador cultural, modernizó el arte bengalí.

1965
Desaparecido César Burguillos

Apresado en Carúpano (1965), el maestro y locutor Burguillos fue trasladado al Teatro de Operaciones de Cachipo. Sería torturado, muerto y desaparecido.

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