Néstor Rivero Pérez

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El 28 de abril de 1402 nació en la ciudad-estado Tetzcoco (México), Netzahualcóyotl, tlatoani -monarca- de los náhuatls y quien además de desenvolverse como jefe militar contra tribus rivales, y arquitecto, ha pasado a la historia como autor de una poesía en la cual resalta el lirismo y la metafísica prehispánica, siendo parte de su obra preservada en atención a la transcripción de tradiciones orales y códices efectuada por cronistas del tiempo colonial.

Calendario ce-mazati

De acuerdo al calendario aborigen que regía en la región de Tetzcoco, al sur de Tenochtitlán, en el antiguo México, el rey-poeta vino al mundo el 28 de abril del año ce-tochtitl, o “Año del Conejo”, el cual equivaldría a 1402 dentro de la cronología juliano-gregoriana de Occidente. Y en medio del clima bélico derivado de las conquistas protagonizadas por su padre, Ixtlilxóxhtl contra los tepanecas. Ixtlilxóchitl juramentó a Netzahuatlcoyotl como su heredero, cuando este último cumplió doce años. Tras la muerte de su padre, víctima de una emboscada tepaneca, Netzahuatlcoyotl, con estratagemas dignas de un Ulises, se puso al frente de los chichimecas en Tetzcoco, imponiéndose como jefe militar y nuevo rey.

Jardín botánico

En 1412, Netzahuatlcoyotl dio inicio a una gestión que se distinguió por la novedosa obra de infraestructura, en la que destacan “presas, acueductos, palacios, templos, monumentos, calzadas y jardines”, así como un parque botánico “adornado con pozas de agua y acueductos en Tetzcotzingo, donde eran habituales las reuniones de poetas e intelectuales” [Wikipedia]. Moctezuma I pidió al rey-poeta una propuesta frente a las inundaciones de Tenochtitlán y que se originaban en las crecidas de Xochimilco y otros tres lagos que rodeaban a la capital azteca.

 

Tloquenahuaque

En el México que antecedió a la llegada de Hernán Cortés se conocieron cultos que respondían, como sostiene Emmanuel Márquez Lorenzo, a la ascendencia étnica de las comunidades, y entre los que destacan “deidades como Huitzilopochtli, Coatlicue y Coyolxauhqui” [https://revistas.ucm.es › article › download]. De su parte Netzahuatlcoyotl dio inicio a la veneración de un Dios universal de perfil monoteísta, a quien se honraba con el nombre de Tloque-Nahuaque («aquel en quien están todas las cosas», o «aquel que se crea a sí mismo»).

Poesía y metafísica

Y en uno de sus poemas el rey-vate lanza al viento una interrogante con fondo metafísico: “¿Acaso de veras se vive con raíz en la Tierra? / No para siempre en la Tierra: /   solo un poco aquí. / Aunque sea de jade se quiebra, / aunque sea de oro se rompe, / aunque sea plumaje de quetzal se desgarra. / No para siempre en la Tierra: / solo un poco aquí” [Ibídem]. Y en otro de sus poemas Netzahuatlcoyotl enfatiza esta inclinación “(…) nadie en oro se convertirá: / En la tierra quedará guardado. /Todos nos iremos / allá, de igual modo. / Nadie quedará, conjuntamente habrá que perecer, / nosotros iremos así a su casa” [https://www.culturagenial.com].

 

El rey triste

En otro de sus textos denota ensimismamiento emocional “(…) me aflijo, / yo, el señor Nezahualcóyotl. / Con flores y con cantos / recuerdo… a los que se fueron, a Tezozomoctzin, a Quaquauhtzin” [Ibídem].

El dique de Netzahuatlcoyotl

“Su plan era crear una zona de seguridad alrededor de la ciudad, con un enorme dique que protegería Tenochtitlán. Fue diseñado para ser una de las mayores obras en las Américas en ese momento. Con una longitud de 16 kilómetros desde el extremo sur del lago, y hasta el norte, justo donde se juntaban las aguas saladas y dulces y causaban un problema de pantanos, Nezahualcóyotl dispuso este gran dique con compuertas que se abrían y se cerraban, dependiendo del nivel del agua, de un lado y del otro (…) Los muros fueron un trabajo de cestería, hechos de palos, juncos, piedras y tierra. Como el lago era poco profundo, el dique solo tenía 3,70 metros de alto, aunque el ancho era de 8 metros. Existían supervisores que verificaban los niveles del lago, así como el funcionamiento correcto de las compuertas y el buen mantenimiento del dique” [https://matadornetwork.com].

Sinóptico
1921

Capablanca campeón

Este día el experto cubano en juego-ciencia, José Raúl Capablanca, obtiene el título de campeón mundial del ajedrez, al vencer en el tablero al matemático alemán Emanuel Lasker, quien desde 1894 venía ostentando dicha condición. El “Mozart” del juego-ciencia, como se le conoció por su sorprendente precocidad en el movimiento preciso de las piezas, se mantuvo como campeón mundial hasta 1927. Capablanca, quien además del castellano hablaba el inglés, publicó en ambos idiomas, textos como Fundamentos del ajedrez, Lecciones elementales del ajedrez y Arte y secretos del ajedrez. Este genio del tablero concibió la propuesta de tablero ampliado de “10 por 10” o “10 por 8”, opciones que permitirían al jugador más apto definir al final la jornada con el mayor número de piezas.

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