Transformación ética en el Día Internacional de la Paz
La autora es presidenta de Fundalatin.
Eugenia Russian
La Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptó resoluciones en 1981 y en 2001 para establecer el Día Internacional de la Paz cada 21 de septiembre, exhortando a todas las naciones y a todas las personas a celebrar este día como una oportunidad para promover soluciones pacíficas en los conflictos. Cada año, la ONU dedica el día a un tema de reflexión. En 2023, es “Acciones Para La Paz.”
Joaquín Undurraga plantea: “La paz es diálogo es unir diferencias construyendo un consenso de puntos de partida distintos. Ese encuentro de polaridades es tenso. Sin el conflicto de las diferencias no pueden surgir como desafío el amor y la solidaridad. Por eso crear condiciones para la paz es educar para la solidaridad. Lo demás vendrá por añadidura”.
Desde diversas partes del mundo, movimientos de perspectiva espiritual ética liberadora y ecuménica, hacen su aporte a fin de contrarrestar las tendencias antihumanas que el sistema capitalista ha impuesto a la humanidad. Y frente a la acción bélica de grandes poderes opresores, las acciones para la paz se harán realidad, cuando se logre construir un mundo pacífico y para esto se requiere adoptar medidas a fin de lograr el desarrollo económico y social de todas las personas en todas partes.
La Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social (Fundalatin), organización reconocida con el premio «Mensajero de la Paz” (ONU 1987) y actualmente con estatus consultivo especial (ONU desde 2015) valora los esfuerzos éticos de gobiernos responsables y de comunidades de buena voluntad del mundo, para enfrentar las tendencias destructivas globales, en función de la construcción de la paz, con solidaridad, verdad, justicia, defensa de los derechos humanos y los de la Madre Tierra.
