Venezuela expresa imperiosa necesidad de resolución pacífica de conflicto entre Rusia y Ucrania

VEA / Yonaski Moreno

«Un lago no se congela en un día. No se trata del 24 de febrero, se trata de provocaciones acumuladas, se trata de acumulaciones que se han podido evitar». Con esta aseveración, la vicepresidenta Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, se refirió al actual conflicto en el que están incursos Rusia y Ucrania.

En una entrevista concedida como parte de su participación en el II Foro Diplomático de Antalya, en Turquía, la ejecutiva expresó «la imperiosa necesidad de que esto tenga una solución diplomática, negociada, pacífica», debido a las grandes consecuencias que ha tenido no solo para los involucrados, sino también para diversos países europeos.

«Nadie, entiéndase bien, nadie, ganará en este conflicto», sentenció.

Recordó que desde el inicio de las tensiones Venezuela, mostró su preocupación por lo que podría devenir de este conflicto e hizo reiterados llamados para evitar un desenlace armado, asegurando que había mecanismos y acciones que podrían haber evitado la escalada.

«Yo creo que se obviaron peticiones de garantías de seguridad hechas por Rusia. Se ha podido evitar y no sacrificar al pueblo de Ucrania en un conflicto armado, no sacrificar, por ejemplo, a los pueblos de Europa que están sufriendo consecuencias producto de guerras económicas», señaló Rodríguez.

El gobierno nacional ha llamado «a la paz, llamó a la mediación, al diálogo efectivo entre las partes (…) esa ha sido la posición de Venezuela» sobre el conflicto, precisó.

De acuerdo a la cuenta Twitter @PresidencialVen, Rodríguez también pronunció un discurso en la segunda edición del foro que, en esta ocasión, centra su discusión en la transformación de la diplomacia. En su ponencia expresó: «Venezuela se suma a las voces que piden una solución pacífica y diálogo en este conflicto. Evitar el sufrimiento a los pueblos de las partes involucradas es una necesidad», citó Prensa Presidencial.

Asimismo, exhortó a las partes del conflicto a «con humildad, enrolarse en un diálogo sincero y efectivo. Estados Unidos, Europa, la OTAN, Rusia, están llamados a restablecer los equilibrios para aliviar las horas de angustia y padecimiento que empiezan a tener efectos en orden global».

La vicepresidenta expuso cómo en abril de 1949 fue instalada la OTAN en el contexto de la Guerra Fría y la amenaza que suponía para Occidente el poderío de la Unión Soviética, para establecer la hegemonía de Estados Unidos y el mercado de la industria armamentista.

«En 2019, en su aniversario número 70, la alianza acumulaba más de 900 mil millones de dólares de gastos de defensa. Tras la caída de la Unión Soviética, la OTAN estaba, en consecuencia llamada a desaparecer (…) pero no, no se extinguió, sino que se amplió más hacia el Este, buscando extender su poderío y carácter belicista en detrimento de otras naciones. Así quedó en evidencia con su incursión unilateral en la guerra de Yugoslavia», relató.

Resaltó que la alianza también se anotó en conflictos en Afganistán, Irak, Libia, Siria, «por solo nombrar unos pocos», predicando que como daño colateral «bombardeos a hospitales, guarderías, embajadas y otros objetivos de la vida civil y humanitaria, debían ser víctimas de sus ataques».