Alcides Castillo

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@Alcides…

Hasta ahora no se ha visto que la potencia imperialista ni Canadá o la Unión Europea hayan importado lotes de vacunas para hacerle frente a la pandemia desatada por la Covid-19. Voceros de esos gobiernos fallidos y forajidos difunden a través de los medios de comunicación, controlados por ellos, que Cuba, Nicaragua y Venezuela nada hacen por enfrentar la enfermedad. Postverdad y fakes news los caracteriza contra gobernantes para intentar el linchamiento mediático.

Se presentan ante el mundo como los “defensores de los derechos humanos” cuando son ellos los que imponen el bloqueo genocida y dictan sanciones unilaterales contra millones de seres humanos. Quieren rendir a esas naciones por hambre y terror.

Acusaciones grotescas contra mandatarios y líderes políticos y militares. Narcotraficantes y corruptos sin más acusaciones en la palestra pública, pero nada dicen del narcoparaco Iván Duque que siembra al pueblo colombiano de falsos positivos, asesina a excombatientes, campesinos, estudiantes e indígenas. La nación neogranadina se llenó de tristeza y dolor mientras que es la primera productora de cocaína, que exporta hacia Estados Unidos con la complicidad de sus autoridades.

Pero Cuba exporta salud y medicina. Ya está en Venezuela la vacuna Abdala. Comparte lo poco que tiene y no lo que les sobra ni imponen condiciones. Es la solidaridad internacional que caracteriza al gobierno revolucionario y socialista. Es ejemplo de dignidad. Por sus actuaciones y acciones a favor de su pueblo y de otras naciones del mundo es atacada. Los laboratorios de guerra mediática apuntan a diario contra la Mayor de las Antillas y contra Nicaragua y nuestra patria.

Es la CIA, con sus laboratorios donde fabrican mentiras, noticias falsas con la aplicación de la técnica de postverdad, con “informaciones” redactadas y difundidas por un ejército de mercenarios que se agrupan en organizaciones de “periodistas independiecntes”.

Cuba resiste y exportasalud con su ejército de batas blancas. El bloqueo criminal no puede ni podrá impedir la solidaridad.

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