Martin Luther King y su legado ético
La autora es presidenta de Fundalatin.
Eugenia Russian
Las comunidades de buena voluntad, acogen el impulso espiritual de quien, el 4 de abril de 1968 se convierte en pastor universal de los derechos civiles, Martin Luther King. La conmemoración revive su espíritu combativo con base en su enorme vigencia ética.
El testimonio de King al elegir una vía pacífica de acción, en medio de tensiones sociales que respondían con violencia indignada, como respuesta a veces desesperada, con un mensaje ético influenciado por la espiritualidad de Gandhi, logra activar la conciencia y la lucha por los derechos humanos.
Martin Luther King recorrió más de 9 millones de kilómetros, dio más de 250 discursos, estuvo preso más de 20 veces. Organizó protestas pacíficas para lograr que se declararan inconstitucionales las leyes de segregación, que no permitían a los negros subirse a los mismos buses que los blancos; y fue reconocido con el premio Nobel de la Paz en 1964.
El pastor manifiesta su llamado a la tolerancia fraterna: Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos. Adopta métodos pacíficos, basados en una firme y sólida fuerza ética más que bélica, cuando afirma que: Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales, se acerca a la muerte espiritual. Rechaza firmemente el fomento del odio como móvil de lucha, cuando afirma contundentemente: Nada que un hombre haga lo envilece más, que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien.
Un acervo ético que emana de su testimonio vital, que se hace imprescindible hoy para rescatar a la humanidad de la espiral de violencia, para abrir espacios a la paz con justicia y cultivar una conciencia planetaria responsable, como discípulo y misionero de Jesús Liberador.